La lectura fue el primer lugar donde me sentí cómoda, donde pude saciar mi curiosidad que ya empezaba a molestar a mi entorno cercano. En vez de preguntar, me aislaba en los diferentes mundos que incursionaba gracias a los mágicos libros infantiles y juveniles.
La escritura fue un proceso más tardado, no podía expresar todo lo que pensaba y sentía a través de textos. No entendía de qué manera jugar con la escritura, no creí ser capaz de escribir nada que mereciera un reconocimiento o una felicitación, pero llego una profesora que me demostró que podía ser capaz de escribir sin un texto de base. Solamente mi imaginación y mi sentir bastaban, pero para llegar a ese momento tuve que recorrer el camino mecánico.
Escribir reseñas, ensayos, resúmenes, cuestionarios de comprensión de texto y muchos elementos que en su momento odie y no podía comprender de qué forma lo iba a utilizar en un futuro. Pero cuando entendí cómo realizar una reseña con un pensamiento lógico, mezclado con mi opinión personal, justificando y pudiendo comunicar lo que yo sentía de un texto, fue mágico.
La lectura y la escritura se unieron en forma conjunta para enseñarme y poder transmitir mis pensamientos de mis experiencias.
Interesado por: Microrrelato, Cuento corto / relato breve, Novela corta / nouvelle, Novela en un sentido amplio, Novela de género (negra, histórica, ciencia ficción, entretenimiento…), Artículo / Crónica / periodismo literario, Ensayo / No ficción / Divulgación, Biografía / autobiografía / diario / géneros íntimos / cartas, literatura personal
Autores o libros favoritos: Paula Hawkins Selva Almada Jane Austen Samanta Schweblin