Perfil público

Para mí la literatura puede llegar a ser una forma de salirse de uno, de aprender, de corromperse, también. Siempre será una ficción que por razones de ego resultará ser un ejercicio exagerado que recreará la vida real sobre dimensionando. Como una droga.

En mi adolescencia escribí un poco y leí un poco más. Fue durante los estudios universitarios de Derecho que creí saber que, eso que algunos veían de lejos, para mí constituía algo muy importante, algo que las personas que estaban alrededor mío no entendían bien, aún.

Ya egresado, ejercí durante varios años la labor de escribir como la iniciación de un oficio de ejercicio diario; a veces nocturno y, con los años, una labor que tenía también que aprender cuando no estaba escribiendo.

Al cumplir la treintena de años se publicó el libro “La rehabilitación de Cupido” bajo la dirección de mi editor Willy del Pozo en Lima, bajo el sello de Altazor.

El mismo año de la publicación del libro, vinieron las presentaciones, las firmas de libros, las noches con escritores y poetas en el centro de la ciudad. Más material para la escritura; los años, el peso de lo aprendido; las cuentas propias sobre las decisiones que tomé, el confort que mata por dentro; las ausencias dulces; el dolor y la alegría sentados en una misma mesa.