Mi hermosa Buenos Aires.

Mi hermosa Buenos Aires.

fio nita

16/01/2023

¿Y qué sería de mí sin vos, Buenos Aires? Sin la pasión de tu gente, sin el tango de mi querido caminito. Sin el grito eufórico de los hinchas, que oigo alrededor de la bombonera. Los paseos por defensa, el aroma del gato negro en la Avenida Corrientes. Las degustaciones de pizza donde me lleva mi viejo, la coca fría de vidrio, la familia divirtiéndose. La señora bailando chamamé en la calle, los chicos tirando bombitas de agua y la pelopincho en la vereda, el quilombo.

La milanesa napolitana del palacio de la papa frita, las tiendas de antigüedades. Los viejos discos de vinilo, las medialunas calentitas. El beso en el cachete.

El amor de los amigos, la cercanía de los cuerpos, la risa de los jóvenes. Decime, ¿qué sería de mí sin vos?

Y digo la verdad cuando menciono que… creo un tonto quien te quisiera abandonar Buenos Aires. Crecí con la pesadez de saber que no sos buena con todos, que no sos tan buena como lo sos conmigo. Que la razón de la partida de algunos es tu rechazo a ellos, o será que no pueden apreciar tu vulgar belleza. Tus casonas, tus bares de la esquina donde se juntan los del barrio. El asadito del domingo, el fernet con coca. Tus baldosas rotas, desprolijas y mal cuidadas, esas que si pisas mal se te rien en la cara y te escupen en los pies. Los adolescentes pelotudos con sus inmaduros corazones y sus primeros amores, su curiosidad por explorarte bella Buenos Aires. Tu arquitectura, tus plazas, tus museos. Sos arte, ciudad preciada. Y me parte el corazón solo pensar que en mi futuro no estás incluida, que mi ambición por triunfar podría ser más grande que mi amor por vos. Me da pánico abandonarte, abandonar lo amado y reconfortante, por favor no llores por mí Buenos Aires.

¿Acaso soy una mal agradecida por marcharme? ¿No te estaré apreciando lo suficiente? Perdón, Buenos Aires, tendrás todo lo que quiero. Pero lastimosamente, tendría que sobresalir entre los millones de tus habitantes, que también lo desean, para obtener el reconocimiento que merezco. Porque tenes belleza y gentileza, pero sos una condena. No es para mal, no sos vos Buenos Aires. Es donde te han puesto, el nulo reconocimiento que te han dado. Lo que hace difícil para quienes vivimos en vos, sobresalir y destacar sobre los demás. Y es que nadie agacha su cabeza hacia el sur.

Etiquetas: argentina poesía

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