Charlotte era una elegante mujer de negocios con una vida muy ocupada donde la vida social no tenía espacios, vivía por y para el trabajo, pero de vez en cuando necesitaba de una compañía fue cuando en el lobby de un hotel le recomendaron llamar a Massimo. Un trabajador de la noche que se maneja con gente Vip. Que actúa con total discreción. Al cabo de un tiempo ella le insinuó que debería cambiar de empleo buscar algo mas apto que potencial le sobraba solo le faltaba terminar los estudios. Entonces él le pregunto si ella estaba satisfecha con esa vida sin familia. A lo que ella le respondió si fuera un hombre no me preguntarías eso. Y siguió tengo todo por lo que luche un excelente trabajo y dinero no necesito nada más. Se vieron un par de veces más, pero no volvieron a tocar el tema. La última vez ella le dejo su tarjeta si decidía cambiar a ella le gustaría saberlo y se despidieron.

Pasaron unos dos años Massimo termino los estudios consiguió un muy buen empleo su pasado había quedado olvidado. Ahora estaba de novio pronto a casarse. Sin embargo, una mañana encontró la tarjeta de Charlotte le resulto interesante como aquellos consejos de una clienta le habían cambiado la vida y pensó en llamarla para contarle.

Llama al teléfono de la tarjeta y luego de sonar un rato atiende un hombre Massimo duda si hablar, pero luego de tres holas decide responder da su nombre y pregunta por Charlotte a lo que el hombre detrás del teléfono se queda mudo, Massimo cree que le cortaron la llamada hasta que el hombre le dice ¿quién pregunta por Charlotte?, Massimo contesta un viejo amigo. El otro hombre le responde debe ser muy vieja su amistad porque me sorprende que pregunte por ella. Massimo se extrañó aún más e inquirió ¿ella se encuentra ahí?, el hombre le contesta ciertamente no y desde hace un año Charlotte no viene más por aquí. Massimo le pregunta si sabe donde puede encontrarla o donde puede llamarla a lo que el hombre suelta una gran risa y le dice no se quien sea usted pero ciertamente no es un amigo. Déjeme decirle que no puede contactar de ninguna manera a Charlotte ella falleció repentinamente de un cáncer hace un año. Le daré la dirección del cementerio por si quiere llevarle flores, Massimo le agradeció a pesar de haberse quedado inmutado por tan horrible sorpresa.

Finalmente, Massimo fue al cementerio le llevo un gran ramo de rosas rojas y a su lapida le contó como había cambiado su vida gracias a sus consejos. Antes de irse le dijo vendré a verte de vez en cuando.

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