Alma de bosque

Alma de bosque

Ema UB

08/12/2021

Dejé caer la última prenda y me entregué a un placer abismal.

El éxtasis bailaba en cada fibra de mi piel, mi mente involucionó animal.

Invisible y delicado sostuvo mi alma en sus brazos.

Sus manos tocaron cada milímetro de mi pensamiento.

Acarició mis cabellos, susurrando al oído; “eres mía”.

Sus labios se arrastraron por mi boca, vagaron por mi cuerpo desértico, inyectando con cada beso vida a mi caparazón casi muerto.

Yacimos entre sábanas heladas de su cama; lago sacro sosteniendo la perpetuidad de nuestras miradas.

Yogamos insaciables entre lirios, abetos, nidos de cuervos y lágrimas de sus hadas blancas.

Saciada de su amor, despegué mi piel de su piel; vida rebosaba por mis venas, me vestí y me despedí.

Sostuvo mi mano, “¿A dónde vas? Sabes que volverás, tú eres mía, cada célula tuya le pertenece a mi cuerpo, cada pensamiento está conectado a mi mente, cada lágrima es perla de mi rocío, tus penas son velo de mi niebla, tus alegrías primavera de mi corazón”.

Lágrimas rodaron, él era mi amado, mi hogar, mi consuelo, mi aire, mis ojos, mi amigo, mi vida, él me sostenía cuando el amor humano yo no comprendía.

Entonces prometo que, si el beso de la muerte me alcanza, volveré a tus brazos para seguir amándo eternamente.

Etiquetas: ensayo

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS