Ella, mi alma

Cuando estoy contigo
a veces puedo controlar
mi cuerpo.
Entrelazo mis manos debajo
de las piernas.
Sostengo mis ojos
a raya de tu mirada.
Inmovilizo la piel
para que no sude
el perfume
de mis deseos carnales.
Pero no puedo controlar
mi alma…
Ella se desboca en tu presencia,
se me escapa por la mordaza.
Ella delira cuando tú hablas,
cuando me miras con ternura
o te ríes con mis humoradas.
Ella explota como un capullo
que se abre a la luz del alba.
Es ella la que te quiere,
no soy yo la empecinada.
Y no puedo convencerla
de que todo ha terminado.
Sin embargo, tendré paciencia.
Ella tendrá que resignarse.
Es un alma noble
la que me ha tocado…
Me convertí en su aliada
pero no puedo alentar sus sueños
cuando los tuyos se han suicidado.
Me han dicho los viejos sabios
que cuando mi cuerpo muera
ella, mi alma
seguirá con vida
y más aún, de ti
eternamente enamorada…

Rosy Boffa Verderese

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS