Algunas veces él es tristeza en mi vida, lagrimas, llanto y desconsuelo; otras veces él es alegría, brisa fresca y aguaceros; pero también valentía, coraje y yo diría que demasiada voluntad…

El fue mi hombre de hierro con corazón de cristal, con alma de niño y la sabiduría que solo los que han vivido mucho poseen, aunque él haya vivido tan poco…

Tuvo tantas facetas en mi mundo que nunca se que decir cuando me preguntan por él, cuando fue tanto y luego nada pero aun asi fue todo por lo que vale la pena luchar en este mundo; él fue de esas cosas que llegan y no importa si sabes de antemano que se irá en algún momento, nunca estarás preparado para decirle adiós…

Sabíamos que la amistad se convierte en amor, y sin embargo él no necesitaba envolvernos alrededor de cursi romanticismo para que fuéramos trascendentales, aun así no pudo evitar convertirnos en cielos rosas llenos de dolor…

Ahora el es solo un recuerdo de mis días de verano, de mis cielos grises y algunos tantos inviernos que no quiero recordar y sin quererlo todas las noches lo hago…

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