La decisión de Carlitos Spaguetti

La decisión de Carlitos Spaguetti

Ruben Ielmini

15/12/2017

Carlos Spachetti, descendiente de italianos, conocido como Carlitos Espagueti trabaja de ordenanza en la municipalidad, es el ¡-Che pibe!- de la década del 70, sirve café y hace algunas diligencias, está a punto de jubilarse, no ve con agrado el saber que a la brevedad, va a ser un integrante más de la clase pasiva, y mucho menos; sentirse un señor mayor…a tal punto que cuando los saludan – ¡Chau Viejo!-….Carlitos irónicamente contesta

-¡Viejo la tua sorella!…-¡Soy un Pendejo del siglo veinte, que no es lo mismo!-

De a poco irán quedado atrás las seis horas de trabajo, de ser personal efectivo, ahora será el tiempo de descansar, claro que él; quería descansar pero… su concubina, Felicia, con quien lleva en pareja más de diez años, le dio un programa de trabajos caseros, como para que Carlitos se sienta ocupado…

A Felicia la conoció en un baile de una cantina de gente mayor, tuvieron varios encuentros, y formaron una pareja, sin casarse, ella se mudó al departamento de Carlitos, pero con el tiempo fue descubriendo en esa mujer un carácter muy fuerte. En varias oportunidades ella lo amenazó con irse, una vez lo hizo, y Carlitos la fue a buscar a la casa de una hermana, y entre disculpas y aclaraciones ella armaba de nuevo sus dos valijas y volvía.

Y llego el día, a Carlitos le avisaron que ya tenía la jubilación….

Carlitos cambió la oficina de ordenanzas…por la caja de herramientas…era carpintero, plomero, pintor, lustrador de muebles, reparador de cortina de enrollar, ayudante de cocina, mandadero, pagador de impuestos, en eso la tenia re-clara tantos años de che pibe…de manera que le resultaba imposible aburrirse.

Los primeros meses de jubilado, los llevaba muy bien…era la novedad el levantarse sin horario, y empezar a ver la vida de otro costado.

Pero con el tiempo, notaba que esa vida se le estaba haciendo rutinaria, a veces, no distinguía un día laborable de un sábado domingo o feriado.

Un día se levantó temprano se baño se afeito y le dijo a su mujer.- ¡Voy a buscar la factura de agua porque todavía no llegó!-…Felicia que lo mira como a un extraterrestre

-¿Adónde querés ir?-

-¡A buscar la factura del agua!-

-¿Hoy Sábado?-….¡Si seguramente te van a atender!

Carlitos se queda pensando, se acerca al almanaque de la heladera

-¿Hoy es sábado?-

-¡Así es todo el día!-

Carlitos se saca el abrigo, su pantalón de salir, se pone un jogging y se calza sus pantuflas, total está adentro nadie lo ve.

Mate en mano se acerca al balcón y mira el paisaje, la poca gente del día sábado a la mañana le vienen a la memoria los días atrás en el trabajo, son las nueve, a esta hora de un día laborable estaría sirviendo café en la sala del concejo deliberante en plena sesión…

Para los de la banca del partido popular…dos cucharaditas de azúcar…para la concejal del la Unión Vecinal…un té con edulcorante…Para el secretario de Salud Publica….café sin azúcar….y para el representante del partido opositor….cortado en jarrita con un vaso de agua sin gas…y para el señor intendente…café descafeinado con leche ,bien espumoso y una medialuna salada…se sabía todos los gustos dimes y diretes de cada integrante del concejo.

-¿Navegando el señor? – (Interrumpe la voz de Felicia)

-Si un poco-

– ¡Bueno, entonces bájate del barco y anda al mercadito a traerme dos kilos de papas que están de oferta….¡Y mira bien los precios Espaguetti!…a ver si me traes de la cara.

Carlitos murmura entre dientes:

-Y bueno, es lo que hay-

-¿Dijiste algo?-

-¡No… nada!-

-¡Ah bueno me pareció!-

Y ahí se iba Carlitos Espagueti rumbo a su destino…el mercadito de la esquina.Ya de vuelta venia por la vereda rota de una casa abandonada, cuando escucha un sonido como un llanto que venía de una bolsa, se detuvo y nada…un silencio total empezó a caminar y nuevamente ese llanto, se volvió miró una bolsa de basura que había tirada al lado de la entrada a esa casa abandonada, la abrió y se encontró con algo asombroso…el llanto que era de un cachorro recién nacido, el tamaño al de la palma de su mano…

-¿Pero…como pueden tirar algo así?- con mucho cuidado guardó esa miniatura en su bolsillo derecho; cuando llego a su casa

-¿Todo bien?- Preguntó Felicia

-¡Si si todo bien acá tenes las papas!-

Se fue al galpón, saco unos trapos y puso dentro de una caja de zapatos al cachorro…el tema era como y que darle de comer…el cachorro era negro todavía no abría los ojos.

-Ya vuelvo-

-¿Adónde vas?-

-¡Voy…a…la farmacia si, si eso… a la farmacia a comprar una pomada para la cintura que la tengo hecha bolsa-

Antes de ir a la farmacia pasó por una veterinaria,le comentó al doctor lo que había encontrado y preguntó que tendría que hacer, el veterinario le dió las instrucciones, una jeringa chica tipo mamadera y una leche especial para cachorros, Carlitos volvió a su casa escondiendo bajo su campera el paquete.

-¿Y…que pasó?-

-Nada ¿por?-

-¿Como por?… ¿No fuiste a la farmacia a comprarte una pomada?-

.-Ah sí claro la pomada…no no la tenía…me ofreció otra pero era muy cara así que voy a ir mañana porque la pidió y recién para mañana la tiene…la tiene…si… la pomada claro…. (Felicia se acerca a la cara de Carlitos)

-Vos estas raro… ¿Te pasa algo?-

-¿A quién, a mí?-

– ¡No al peluquero de acá a la vuelta!-…-¡Si a vos!…desde que viniste de la verdulería te noto raro… ¿En qué andas?

Carlitos muy sumiso y muy dominado por su pareja le tiembla el labio…

-No ando en nada Felicia…es la espalda pero mañana el farmacéutico…

-¡Si ya se!… (Interrumpe Felicia) mañana te trae la pomada que no tenia porque te quería vender una más cara.

-¡Claro eso es!…la pomada.

Se va hacia el galpón del fondo diciéndole

– ¡La pomada…para la cintura …para pasarme en la cintura.

Felicia se queda mirándolo, y murmura.

-¡Este anda en algo raro y lo voy a averiguar…

Carlitos se asegura que su mujer este ocupada, y la ve limpiando el comedor…habla en voz muy baja

-¡La loca tiene para un rato-…así que vamos a lo nuestro!-

…saca la jeringa…pone un poco de leche levanta al cachorro y le introduce suavemente en la boca, el cachorro reacciona como si estuviera prendido a una teta de su mama…Carlitos contiene la emoción, tiene entre sus manos a una nueva vida y está dispuesto a darle lo mejor para que sobreviva…

-¡Eso es despacito toma despacito!-…

Una vez que tomo toda la jeringa lo pone de nuevo en esa diminuta cucha hecha con una caja de zapatos y trapos limpios…la deja debajo de la mesa…mira al cachorro con mucha alegría producto de haber hecho una buena acción…pero ese momento de felicidad es interrumpido por el ruido de unos aplausos….se da vuelta ….y ahí estaba Felicia

-¡Bravo…bien …muy bien …Felicitaciones!…( con rostro de pocos amigos)

-¡Así que esa era la pomada que trajiste de la farmacia!-

-¡No Felicia…yo te voy a explicar…lo encontré pobrecito en una bolsa!

-¡No me expliques nada!… ¡No quiero escucharte…saca a eso de acá inmediatamente!-

-Pero es un cachorrito…como lo voy a tirar, lo tengo un tiempito hasta que camine bien y después lo doy en adopción. ¿Sí ?…

Felicia no le contestó nada dio la vuelta y antes de entrar en la cocina lo miro con odio a Carlitos y señalando al cachorro

-¡Pero hasta que crezca un poco…después te lo llevas… o me voy yo!… ¿Esta claro?…

-¡Si si Felicia clarísimo…es hasta que crezca.

Pasó un mes…dos…tres…cuatro…y el cachorro seguía creciendo,caminaba por el patio y jugaba con una pelota de trapo que le había hecho Carlitos…

Una tarde…mientras Carlitos leía el diario cómodamente sentado en un sillón de mimbre en el patio escucha la voz de su mujer…

-¡Espagueti….veni un momento!

…Carlitos dejo el diario saltó del sillón y fue rápido a ver qué pasaba….

-¡Mira…mira esto!-

Felicia le señalaba una mancha liquida en la alfombra del comedor, Carlitos con voz tímida le dice-

-¿Qué es aceite?…

-¡No, es pis de tu querido perro!-

-¡Bueno calmate Felicia no grites que yo la limpio con detergente y un cepillo… es…pis… je je…que cosa no…este sinvergüenza las cosas que hace!…

Carlitos con el trapo de piso en mano seca el lugar y levanta la alfombra donde el cachorro dejo su recuerdo, su mujer se agacha y cerca del oído le dice…

-¡Es la ultima…estoy repodrida…de esa porquería que trajiste y estoy repodrida de vos …me tienen harta…Carlitos interrumpe…

-¡No le digas así pobrecito no es una porquería…es un cachorrito que encontré y lo traje….

-¡Si si si …ya conozco esa novela que me la contaste más de una vez…y a mí me importa un pito!…¡No te lo digo más anda pensando que hacer porque si no yo voy a tomar la decisión.

-¡O te lo llevas de acá…. O me voy yo….es la última….así que elegí

-¡O el perro…o yo!-

Carlitos lo miro al cachorro y a su vez el cachorro lo miró a él…bajó las orejas, entendiendo que había hecho algo malo…salió de la cocina y fue a su cucha…ahí se echó…con una carita de circunstancias…Carlitos lo siguió se agacho…lo levanto le acaricio la cabeza, el cachorro le empezó a lamer su mano… llevándolo a su cara y mirándolo de frente le dijo.

-¡Vos sabes que te quiero mucho…muchísimo…pero esto no va más…entendeme…así no es vida…y me veo obligado a tomar una decisión…nunca pensé que haría una cosa así…no es nada personal…siempre te quise y te voy a querer de por vida…pero…lo tengo que hacer…escuchaste lo que dijo…no tengo otra salida…¡ay Dios!…porque me pasan estas cosas

Son las diez de la mañana del día después…Carlitos está caminando en la plaza junto al cachorro……mira los rincones detrás de los arbustos…mira todo…la gente…los demás perros paseando…se vuelve y se sienta en un banco donde hay dos valijas…el banco da a la calle de la plaza, Carlitos mira las valijas…y mira al cachorro…-¡Qué momento difícil! -(dice en voz baja)

De pronto ve a un taxi y le hace señas, el auto para a metros de Carlitos que sigue sentado se acerca una persona, toma las dos valijas y se dirige al auto, mete las valijas en el asiento de delante y se dispone a entran al taxi, pero antes mira hacia donde esta Carlitos; en esa persona hay una mirada de odio pero a su vez una especie de esperanza, esperando un llamado o alguna mueca que cambie la actitud …pero Carlitos levanta una mano y le dice a la pasajera.

-¡Adiós y buen viaje!-

…la pasajera es Felicia desde ahora su ex pareja…el taxi se pone en marcha y ella se queda mirándolo con ese mismo odio que siempre tuvo en el trato a Carlitos….

El mira a su cachorro…y nota que también está levantando la patita delantera, saludando a quien se iba en el taxi.

-¡Bueno ahora Cacho…a vivir…ya nos vamos a arreglar vos y yo solitos…

El ruido del escape de una moto hace que Cachorro se asuste, se le escapa y va corriendo por una senda hacia el centro de la plaza…Carlitos corre como puede al grito de

– ¡Cacho veni… Cacho!-

Era una situación difícil e inesperada… Cachorro por suerte es retenido por una señora que lo alcanza a tomar de la correa…Carlitos se acerca con el poco aliento que le queda…mirando a la mujer le agradece con un…

– ¡Gracias muchas gracias señora… muchas grac…

No termina la frase porque se queda petrificado ante esa mujer madura de cabello corto rubio y ojos celestes que lo mira a Carlitos y con una sonrisa muy natural le dice

-¡Hola!-

Carlitos no responde pero la mira fijamente…la mujer insiste en el saludo

–¡Eh hola!..¿Se encuentra bien?-

-¿Quién?-

-¡Usted …se encuentra bien? – (mientras le sigue sonriendo)

-¡Ah si yo sí, si yo estoy bien, este cachorro sinvergüenza que se me escapó (ella interrumpe)

-Bueno pobre ángel- no lo rete…es chiquito todavía –

Carlitos sigue mirando a esa mujer como si hubiera bajado del cielo

-¿A usted le gustan los perros?

(le pregunta con cierto temor acostumbrado al trato violento que recibía de su anterior pareja)

–A mi me encantan…mire ahí está… ¿lo ve?…el pekinés que está jugando con esos caniches…

Carlitos ve en esa mujer lo que nunca antes había tenido, amabilidad, comprensión, un gran cariño y respeto a los perros.

-Perdone la curiosidad… ¿usted es de barrio? (pregunta Carlitos)-digo porque acá en la plaza veo a la mayoría de gente de todos los días y a usted…bueno no, no la había visto nunca.

– ¡Que detallista que es! Se nota que es del habitué…Soy nueva (extendiéndole la mano).-Marianela Ortiz- pero puede decirme Mary como mis amigas…es más corto ja ja ja…y usted como se llama?…

-Carlos-…

¿Carlos que…o no tiene apellido?…a no ser que sea Carlos de Borbón y esté de incognito ja ja ja…ay discúlpeme yo soy así de espontánea apenas lo conozco y ya le hago un chiste discúlpeme-

-No tiene que disculparse-…está bien

-Bueno pero no me dijo su apellido…Carlos que…

Carlitos dudo un momento odiaba decir su apellido de origen italiano…sabría que ni bien lo dijera a esta mujer le vendría la risa pero ya estaba acostumbrado…

-¡Mi apellido es Spagatti…descendiente de italiano…del sur de la península pero antes que me lo diga usted ya me lo dicen en el barrio Espagueti…como los fideos

La mujer no emitió ninguna sonrisa burlona, por el contrario asintió con su cabeza.

– ¡Mire que interesante-

…ella se da vueltas y llama a su mascota que seguía jugando con los caniches

-¡Vamos Rosaura!..Ya está haciendo frio vamos

…Carlitos sorprendido por el nombre

-¿Rosaura?…

– Si le puse ese nombre por la novela Rosaura a las diez…. (Carlitos interrumpe)

-Rosaura a las Diez..de Mario Benedetti, llevada al cine por Mario Soficci, protagonizada por Susana Campos y Juan Verdaguer.

Marianela Ortiz se queda sorprendida …

-A pero que bien… ¿le gusta el cine?-

-Si me encanta veo mucho cine argentino en el canal Volver…

-Pero mire que bien coincidimos…bueno Carlos me voy no se para que lado va usted…

-Yo voy por la avenida a dos cuadras de aquí…(Carlitos se sorprende)

-¡Mire que casualidad yo también pero a tres cuadras!- si me permite ya que vamos para el mismo lado…digo, no si esta con alguien no quiero comprometerla….

-¡No por favor, soy separada, mi ex ,un ogro total …odia a los perros y se aburre con a las películas argentinas…

A Carlitos se le ilumina el rostro… baja a Cachorro al piso

-¡Vamos Cacho!…

-¡Ah que bonito nombre! – -Si abreviado… de Cachorro, pero este nombre no está en ninguna novela….los dos sonríen .Carlitos por primera vez de tantos años iniciaba una amistad con alguien de su entorno, ella le hablaba y el la miraba y escuchaba con atención el lenguaje común pero respetuoso con que se dirigía.

Y ahí se iban los dos, en aquella tarde de otoño, quizás nacía una nueva amistad o un nuevo acercamiento.

La decisión que Carlitos Espagueti, había elegido era una puerta abierta… tendría un nuevo futuro…o quizás una nueva oportunidad.


Hace algunos años leí en un afiche de una película americana “Esplendor en la Hierba”, una frase que me quedo en la mente…Todas las películas terminan en el cine, esta terminó en una tarde de otoño…. como esta historia.

Fin

Rubén Ielmini

ISBN:978-987-3657-22-1

Mar del Plata Julio 10 de 2017

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