Amor de un día, recuerdo de años

Amor de un día, recuerdo de años

Odette Chamorro

13/12/2017

En las frías calles de concepción me he decidido a caminar a ver si al menos así puedo olvidarte por un segundo, estoy frente al gran y renombrado parque ecuador, un romántico lugar para los enamorados, un motel para los insaciables, y un tormentoso lugar para los corazones rotos, como el mío el día de hoy al escribir esto. Pero aun estás conmigo ¿no es así?, no hace ya tiempo me dejaste y te entiendo.

Aunque no debería pero siempre que puedo recuerdo esa noche, esa iglesia, esos ojos y esas risas… aunque me encantaría que supieras que ese día no iba a encontrarte, antes de llegar ahí había sido un terrible día para mí, mi madre me había gritado lo desastrosa que era como hija, y mi padre entre gritos me decía el error que cometieron conmigo, así que una vez cuando todo estuvo más calmado le hable a mama diciéndole que quería ir a la iglesia, recuerdo perfectamente que ese día iba buscando una respuesta de este supuesto “Dios”, Sali de casa escapando de todos los problemas, mientras tanto venia mi madre al lado mío, contándome de su vida y lo desgraciada que esta era. Recuerdo venir mirando las casas sin detalles, solo viéndolas y pensando lo mucho que esa noche deseaba fallecer, llegué eran exactamente las ocho con cinco minutos me ubiqué en las ultima silla del rincón, no quería encontrarte, no te buscaba, no sabía que estabas ahí. Pasaron un par de horas antes de hallarte no estoy segura si eran ya las dos o tres de la mañana cuando te encontré, fue estúpido iba camino al baño de aquel templo cuando te vi, fue inevitable no sonreírte, y sonrojarme cuando me sonreíste de vuelta. Una vez que salí estabas en el pasillo que separaba las sillas en las que tú estabas de la fila de estas donde a la última del rincón estaba yo. Es como si pudiera ver aún tu rostro, esos grandes ojos color insomnio, esa sonrisa compuesta por unos gruesos y largos labios, conversamos un minuto y mi cuerpo temblaba, era una niña asustada (literalmente con 12 años todavía seguía siendo una niña),cuando logre hacerte reír fue cuando me sentí segura, te lance una sonrisa algo coqueta, y fui a mi lugar, al mirar hacia el lado te vi sentado junto a tu abuela, te miré y cuando me devolviste la mirada rápido voltee la cara para que no te dieras cuenta que te estaba observando, no obstante no podía evitar quedarme como una tonta viéndote ¡hasta que me atrapaste!, cuando lo hiciste toda la sangre de mi cuerpo decidió reunirse en mi rostro dándome un tono rojo, no reaccione si no a sacar la lengua de mi boca y mostrártela, me viste y sorprendido te reíste aunque para mi sorpresa me respondiste con el mismo gesto, nos reímos y miramos hacia adelante ocultando la vergüenza de haber hecho tal cosa. Después de unas horas así, por fin la vigilia llego a su fin, te escapaste por entre mis dedos no te vi cuando saliste, y resignada fui donde aquella pastora para preguntarle a qué hora vendría dejarme a casa, eran las 8 de la mañana cuando le hable y para mi sorpresa ella hablaba con una mujer, de estatura promedio y pelo blanco, cuando me acerque a preguntare a la pastora nuestra hora de regreso esta amablemente me presento con aquella mujer, para mi sorpresa aquella mujer de cabellos blancos, era tu abuela y ambas me dijeron al unísono que hablara contigo, que estabas afuera. Ya afuera te observe parado sobre una roca no muy lejos de aquella iglesia, te veías tan guapo un chico alto de tes morena, y una encantadora sonrisa, me acerque a hablarte, pensando en que sería la última niña en la que te fijarías, mis labios se movieron por si solos cuando pregunte tu nombre, respondiste atentamente: Javi… Javier pero todos me llaman Javi, preguntaste mi nombre y me burle de mí misma cuando te dije Julia, esbozo una pequeña sonrisa de tu boca, y suspire para mis adentros, te pregunte si tenías novia dijiste si, y la niña dentro de mi agacho su cabeza, con ganas de irse a llorar a un escondrijo, aunque debo admitir que esa mañana mi propósito era probar tus labios, pregunte tu edad y respondiste ávidamente 17, en ese instante me sorprendí y recuerdo haberte contestado entre risas “pensé que tenías menos” tu dijiste ¿Cuánto? Y apenas hablando por la risa respondí “15”, las risas continuaron hasta que preguntaste mi edad y temerosa respondí 12, impactado dijiste ¿de verdad? Te ves mayor. Se que hoy en día lo niegas, pero ese día mientras conversábamos (al igual que yo) coqueteabas conmigo lo último que ese día nos dijimos fueron los nombres de Facebook, donde los intercambiamos. ¡Qué lindo fue ese día!

Mi recuerdo se ve interrumpido por una piedra que se cruza en mi camino y me hace caer, me levanto al segundo, subo el volumen de la música en mis auriculares voy escuchando una antigua pieza de Rosana, va tan acorde con lo que siento, “si tú no estás aquí no sé qué diablos hago amándote” voy cantando en voz baja y con la cabeza gacha, quiero sentarme, pensar pero mi cuerpo tiene la certeza de que debo seguir caminando así que continuo, y mientras veo la gente pasar tu recuerdo vuelve a mi mente, esos meses hablando, coqueteando por Facebook sin vernos… exactamente 6 meses en los que estando tan cerca te creía inalcanzable, aunque algún día deberas admitir que me ilusionaste y jugaste conmigo durante ese tiempo, para mi tú eras lo mejor de mis días y para ti yo era solo otra más. Me duele recordar que mientras mi corazón latía contigo, el tuyo latía por otra persona, ¿recuerdas ese error?, me grito a mí misma ¡estúpida! No sé bien que estaba pensando en ese tiempo, pero quería llamar tu atención, y sobrepase los limites haciéndote preocupar por mí, ¡que idiota!, la música parece no acompañarme en esta situación, se me cristalizan los ojos y rompo en llanto, mientras frente a mis ojos pasa ese mensaje que decía “no quiero saber más de ti”, traté de hablar contigo y era obvio que no hablarías conmigo ¿Qué más esperaba?, grito al no poder callar mis pensamientos. No supe de ti durante 2 años, en ese tiempo conocí otros chicos, pero no eran más que cosas pasajeras, no eran más que besos de unos días y ya. No era feliz, pero estaba acostumbrándome a que el amor no era para mí cuando apareciste me hablaste y déspota te respondí, me volví a sonrojar después de ya mucho tiempo, ya tenías 19 y yo 14, me hablaste a fines de enero, pregunte por tu chica y me respondiste que había acabado hace un tiempo, creo que jamás te Conte de Cristóbal, de Matías o de camilo, esos amores fugaces de colegio, que no duraban más de un beso. Y yo nunca supe de tus anteriores conquistas llego el 3 de marzo, y decidimos dar un paso más allá ya no éramos solo amigos, pero tampoco éramos novios, para decirte la verdad tampoco sé lo que es ser “andante”, para mí eso era inseguridad, te tenía, pero no era seguro. Un 19 de marzo te vi, por primera vez en 2 años, fui con una amiga, recuerdo que cuando me viste iba con unas orejas de conejo y una enorme sonrisa, no sabía cómo actuar la primera vez que te vi, no sabía si besar tus labios o tu mejilla, hasta que me acerque para saludarte y tú me guiaste a tus labios, caminamos hasta un centro comercial cerca de ahí, me llevabas de la mano, no podía evitar mirarte a cada segundo, de vez en cuando nuestras miradas se encontraban y sentía como cupido me flechaba una vez más, muchos dicen que este se equivoca, pero yo creo que no.

Me han llamado y e dejado mis pensamientos aun lado para contestarte, resulta ser mi madre, me grita a través del teléfono mientras intento ubicarme, resulta ser que e caminado bastante, es increíble lo sumida que estaba en mis pensamientos como para no ver este hermoso paisaje, lo ultimo que escucho antes de que se corte la llamada es a mi madre diciendo ¡Ven a casa ahora! cuelga y yo trato de dejar de pensar en ti por al menos un minuto; he llegado al fin del sendero que rodea este bello cerro, tengo una de las mas espectaculares vistas de concepción, el clima parece perfecto ni muy frio, ni muy cálido. Miro la hora ¡por Dios! Son las 9 de la tarde ya, e pasado casi 3 horas solo perdida en mis pensamientos, solo perdida en ti…

Es impresionante como ni en mi propia cabeza me dejas en paz, me dispongo a bajar, aunque claramente no se ni dónde estoy, a lo lejos diviso un guardia, así que camino hacia él me acerco y le pregunto ¿Por dónde puedo llegar al parque? El me señala el mismo sendero por el cual llegue aquí, le doy las gracias y me dispongo a caminar hacia abajo.

Suena en mis auriculares nuestra canción, aunque no creía tenerla, la tarareo mientras intento no pensarte, y recuerdo ese 19 de marzo cuando nos subimos a esa atracción de happyland éramos un par de idiotas que por obra de cupido se encontraban ahí, recuerdo la infinita paz que encontraba en tus ojos, me abrazabas y besabas de tal manera que poco comprendía lo que estaba pasando, pero eras feliz, éramos felices y eso era todo lo que importaba. Al irnos ese día, mi amiga tomo su bus y nosotros nos quedamos ahí, como todo un caballero me acompañaste hasta que tome mi micro, y resulto que esa misma también te llevaba a casa, y pudimos extender nuestro romance un poco más. Recuerdo cuando bajaste de esa micro era la primera vez que te veía después desde la iglesia. Era algo nuevo para mí, no sabía cómo actuar frente a ti, haciendo memoria ese día cuando llegué a casa mi madre me regaño, pero ni siquiera la oí estaba tan concentrada en lo que había sucedido que no tenía tiempo para ella, aquella noche en mi habitación, me recosté sobre la cama y recuerdo haberte soñado; me rio al acordarme de ese sueño. Estabas frente a mi y mirabas directamente mis ojos decías algo en voz baja que no lograba escuchar solo veía tus labios moverse vestías igual que aquel día en el templo, y cuando terminabas de hablar me fue inevitable besarte, tomabas mi mano y me llevabas a caminar por un paisaje de ensueño era todo perfecto y ahí me decías el primer “Te amo”. Escucho una fuerte bocina y auto se detiene frente a mi ¿Qué paso? Hay un hombre que me grita desde el auto que salga de en medio de la calle ¿Cómo llegue aquí?, ahg corro para salir de aquí, los autos no se detienen así que solo paso por delante de ellos, más de un chofer para solo para sacar su cabeza e insultarme. Logro llegar a la acera y decido dejar de recordarte pasa una micro y me subo a ella pagó el pasaje y casi corriendo tomo asiento, me saco los auriculares y apagó la música. Me quedo resignada mirando la ventana y así se pasa mi viaje hasta que llego a mi destino, camino hasta llegar a casa y al entrar recibo una bofetada y unos fuertes gritos de parte de mi madre, con mi padrastro subo sin prestar atención de sus comentarios y fui a encerrarme…

Me tomó unos minutos analizar lo que estaba ocurriendo, tantos que al final me acosté, y me dormí profundamente. Anoche volví a soñarte, no claramente, pero lo hice tenías en tus manos una impresión de nuestras primeras veces, de la nada tomaste una guitarra y comenzaste a cantar una canción que amo, estaba sentada frente a ti, y estábamos en tu habitación jamás hubiera esperado algo así de ti, era tan lindo, que podía sentir como mi corazón se aceleraba, a fin de cuentas, fue este quien me despertó.

Capítulo 2

Me levanté Y vi la hora no podía creerlo eran ya las 11 am., y debía levantarme este sueño me llevo demasiado tiempo, revisó mi teléfono y lo primero que diviso es un mensaje que decía -Buenos días princesa – Me sonrió y respondo avidamente, -Buenos días mi amor- me levanto de un salto y me.dirijo al baño a lavarme el.rostro, seguido de eso no puedo creer que hayas sido tu quien escribio eso, al verificar mi celular veo que no eras tu quien lo habia escrito sino, mi padre elimino rapidamente el mensaje que yo habia enviado, y escribo – Buenos dias, papa ¿Como amanecio?- mi papa me contesta casi al segundo -bien hija, gracias ¿y usted?- despues de eso solo ignore el celular volvio a vibrar y esta vez si era tuyo… lo veo y solo era un emoji, decepcionada lano lejos el telefono y vuelvo a recostarme… las lagrimas comienzan a salir por si solas, ya no podia retenerlas. llorando logro quedarme dormida, y otra ve vuelvo a ese maldito sueño… después de ese insignificante pero realmente importante «Te amo», mire tus ojos, te sonrei y te dije -Tambien te amo-, no sonotan especial como cuando tu lo dijiste, pero despues eso me tomaste por el cuello y me besaste, fuerte y apasionadamente, fue el que yo recuerde el beso mas dulce que me hubieran dado, luego de eso te abrace fuerte, asi pasaron un par de dias, hasta que llegaste a mi casa, conociste mi mundo en estas 4 paredes, fue tan especial el que estuvieras aqui recuerdo que te bese apenas te vi entrar por esa puerta, aun estaba con uniforme… y me hiciste sentir hermosa igual.

Paso el tiempo y seguiste viniendo mi casa, conociste mis hermanos, mis pequeños mundos, te hiciste su amigo, y con eso para mi ya eras el hombre perfecto.

Comenzamos a salir mas, la primera ve que fuimos a comer… fue algo excepcional, te veias tan guapo con todas esas papas en tu cabeza, solo te reias de mis niñerias, y tambien me lanzaste comida aunque hoy en dia lo niegues, miro la hora, ¡Joder! ya eran las 8, llegaria atrasada otra vez, me visto a prisas y salgo de casa como todo los dias, sin animos y con los audifonos al maximo, Lucyano Pereira me atormenta, esta vez con su -Si no es muy tarde para darte todo lo que no sabia-, y a la verdad creo que es tarde, no nos engañemos, tu y yo sabemos que ya es muy tarde para buscarte y ¿de que me valdria?, no quiero escuchar que me rechazas otra ve, ya bastante me duele el alma con todo esto. Me detengo frente a un negocio, y entro en el, miro al que atiende y en voz baja le pido un cigarrillo, me mira y le digo que sea el mas economico que tenga, y que sen 2 mejor, porfavor, se que no deberia hacerlo pero no llegare sollozando al liceo. Para cuando enciendo el cigarrillo, sin bandera ya estaba diciendo que ta ve en otra vida pueda darte todo lo que siento ahora, pienso en ello con algo de melancolia, y comienzo a tratar de morir por algo mas que tu rechazo, aunque al parecer morire mas rapido por tu indifirencia que de cualquier otra cosa, porque el cigarrillo esta tardando demasiado, me vuelvo a encaminar al liceo, bueno mas bien a toar la microo, pasa una y no tngo ganas de botar el cigarrillo asi que solo la dejo pasar y asi unas cuantas mas hasta que me lo termino.

-E llegado, y no hay fila para los atrasos ¡oh no! , creo que deberé ir a la oficina de la inspectora general, hablo con una auxiliar de aseo y ella me firma rápidamente el pase, subo corriendo al 2° piso y a mi sala, cuando entro estan todos gritando y haciendo un desorden de dimensiones estratosfericas, dejo el pase en la mesa de la profesora, y sigilosamente me siento. Vuelven a atacarme tus recuerdos y este no es el mejor momento, te recuerdo riendo, la primera vez que solo salimos a caminar, me reflejaba en tus ojos y eso era maravilloso porque sabia que estabas mirándome, te levantaste , nose donde ibas de repente te me has perdido, y apareces por mis espaldas dando pequeños besitos en mi cuello en eso vuelvo a la clase y… la profesora se encuentra mirandome no hay que hacer me siento trapada y por mis ojos solo se cruzan viles imagenes de tu rostro de tus caricias. de cuando me querias; en eso la profesora me dice -Señorita Julia, ¿Usted que opina?- apenas levanto el rostro del pupitre la miro con ojos criztalizados, no podia7 aguantar las lagrimas estas en cualquier minuto saldrian corriendo por mis mejillas no podia hablar creo que debo aprender a vivir con este nudo en la garaganta, pero no es facil, recordarte no es facil, no es sencillo soñarte cada noche y que el viento susurre tu nombre, creo la que la vida no es facil, tal vez no sea para mi, la campana a sonado y aun estoy aqui perdida hablandote cuando se que no me escuchas. -Oh por la mierda- veo a alguien que se acerca y no tengo ganas de hablar.

Se a acercado una chica y me a preguntado si estoy bien a lo que de manera casi automatica e respondido si, aunque sinceramente no lose, ¿Deberia estarlo?, ¿deberia saber lo que estar bien? por mas que e rebuscado en mi cabeza no consigo saber lo que estar bien. Se acerca la proxima clase y no e bajado a comer, no e sentido hambre en realidad y no quiero hacerlo tampoco, el profesor saluda y extrañamente la clase se pasa rapido y bien, logro hacer todo lo que me a pedido y e repondido a todas sus preguntas. -¡Por fin!- escucho un grito y resulta ser que podemos volver a casa, el profesor de la ultima clase no llegara y en vez de sentirme aliviada me preocupa un poco mas el llegar allí, si tan solo dejara de aterrorizarme la idea de no ser perfecta, y no hacer las cosas bien.

Mana canta «Ojala pudiera borrarte» y vuelvo a pensar en ti, ¿Porque? habia dejado de pensarte, esta vez decido caminar a casa, el clima parece sentirse como yo y comienza a llover aun asi emprendo camino de vuelta a casa, los audifonos una vez mas al maximo de volumen, mi madre diria -Bjale a eso, quedaras sorda- pero ella no esta aqui, estoy sola, con la lluvia mis lagrimas no puden contenerse mas y comienzo a llorar denuevo como una oleada se desatan mis emociones, y no puedo contener mas este nudo en la garganta lanzo un grito cantando al unisono con mana -Ojala y la lluvia me ahogue entre sus brazos para no pensar…- un hombre me queda mirando, se parece a ti, oh no… no puedes ser tu, no ahora no te necesito vete porfavor, se acerca a mi y quiero que te alejes, porfavor no lo hagas, me pregunta ¿Te sientes bien? y resulta que no eres tú, me alivia la idea de saber que no eres tu,guardo mi chaqueta y me dispongo a seguir caminando solo con en blusa el sentir la lluvia cayendo sobre mi rostro, mi cuerpo y mi cara parece que quemara, maná a terminado y yo a un sigo sollozando pero no importa me digo para mis adentros solo es un mal día ya verás que todo estará mejor mañana, el chico se a ido lentamente y miro de reojo lo mucho que se parece a ti, tu altura , tu corte de cabello, tiene hasta tu mismo caminar pero extrañamente no usa tu perfume, aunque no descarto la idea de que solo sea mi mente quien me juega una mala pasada haciendome nada más imaginar que eres tú, la lluvia a querido cesar vuelvo a recordarte la primera vez que viniste a mi hogar, estaba sola… Y cuando llegaste aún tenía puesto mi uniforme, me dijiste Hola, y me besaste en los labios con esa calidez y esa ternura que te caracterizaba, entramos la televisión estaba encendida y mi cuerpo temblaba por tener el tuyo tan cerca, te acercaste de a poco y sabía lo que querías, sabía que debía hacerlo, quería, mi cuerpo lo pedís tanto como el tuyo, necesitaba saciar esas ganas de poderte probar intentar contigo asi que lo hice, me atreví. Tus labios se juntaron con los míos dando vueltas y haciendo pequeñas danzas que solo se percibían en lo más profundo de mi ser, de pronto sentí algo tan fuerte, algo que no podía controlar por mi misma, sentía que necesitaba pegarme a ti, abrazarte con más fuerza pero ya no de la manera inocente que pudiese haber estado hace unos minutos, esta vez necesitaba tu cuerpo junto al mío, no podía ser… Era mi primera vez, eran tan irreal, como chica muchas veces idealice tanto mi primera vez quería rosas y la música correcta, quería que nuestros cuerpos se unieran en algo romántico y cósmico, , tenía miedo , más de lo que puedes recordar, estaba aterrada.

E llegado al portal de mi casa, la lluvia a cesado y yo no he prestado atención, la música en mis audífonos también a parado y yo sigo aquí.

Capítulo 3:

Nunca me había detenido a ver aclarar el día, es tan maravilloso como sale el sol por debajo de las nubes es como si estuviese durmiendo una pequeña siesta y esta despertando, abren la puerta y mis esperanzas se desvanecen, se van junto con el viento, tus manos en mi cabello ¿Recuerdas? Solo tú y yo, abrazados, el mundo a nuestros pies , tu nombre retumba en cada esquina, Javier… Javier… Era melodioso, y después de ese día todo me supo diferente, escribía por atrás tú nombres en mis cuadernos, hablábamos cada día todo el día, era agobiante, pero nos gustaba, éramos solo tú y yo contra el mundo, donde la mayor guerra era si me negabas un abrazo, un beso, esas caricias tuyas que me hacían recordar porque decían que Dios existía. Estoy tirada sobre mi cama e comenzado a escribir, me duele dedicarte una frase mas, una carta, algo que nunca llegará , un mensaje vacío, algo sin alma ni cuerpo, porque todo te lo has llevado, pero no importa, o al menos intento que no me importe, conectó mi teléfono al cargador aunque tiene 89% aún de batería, entró en tu chat, y te has desconectado hace poco -Maldita sea- digo, -Necesito un trago-, comienzo rápidamente a escribir me siento inspirada, entro a mirakee en mi teléfono una red social de escritores, y escribo, comienzo una serie llamada sin ti, que dice:Dia1 Aún siento la embriaguez de tu aroma en el aire, la melodía de tu voz, el roce de tu tacto contra mi rostro cuando me acariciabas con ternura, diciendo que todo estaría bien, no sé cómo han de pasar los días, sabiendo que no estarás, solo pido que no olvides las largas caricias que mi alma le daba a la tuya.

Querido hígado perdóname por la tormenta de tragos que esta noche trae consigo para lograr desvanecer su recuerdo espero que el tiempo nos sane, aunque vete acostumbrando el alcohol será nuestro nuevo amigo. Creo que a quedado bien, mi cuerpo súplica un shot de Ron o una siesta de unas 5 horas, estoy exhausta. Recuerdo esa vez que jugamos en mi habitación a beber era un shot de Ron por cada maldad cometida, ese día la botella de acabo aunque mucho ya no le quedaba cuando comenzamos a jugar, o esa noche que hicimos micheladas y yo debía explicar cómo apareció una botella de cerveza en mi refrigerador, nos reímos tanto, era tarde y eran otros tiempos, mis padres trabajaban hasta muy tarde, y te pedian a ti que cuidaras de mi y mis pequeños hermanos. Río fuerte al recordar cuando Isidora se aprendió tu nombre, y cuando tomaba mi teléfono y buscaba tu foto solo para llamarte y molestarte, y lo único que te decía era «Masi», si, así mismo y hasta hoy en día te llama así, aunque no sé cómo explicarle que no estás y que seguramente no vas aa volver, eras su amigo, alguien a quien amaba, era obvio, creció viéndote ir y venir a casa, te dedicabas a jugar con ellos mientras yo me demoraba afanada en arreglarme para ti, o haciendo cualquier actividad de rutina. Lloro al recordar el día que me preguntó por ti, que cuando vendrías a verme porque ella te extrañaba, y no supe que decir, no llore frente a ella porque no puede saber que ya no estarás más, suficiente con que lo sepa yo, le dije con una sonrisa en el rostro -otro día , peincesa. está ocupado con su colegio.-, eso fue todo no emití más sonidos y mucho menos más palabras, tenía un nudo en la garganta y necesitaba gritar con fuerza para sacar la rabia que me atravesaba el alma. Que traicionera que es la mente, te hace recordar lo más lindo que viviste y me hace sentir que lo e perdido, recuerdo tus ojos, creo que e hablado demasiado de lo que son pero no e hablado de tus largas y finas pestañas, que te hacían como que fuiste armado por mismísimos ángeles, muchos dirán que exagero pero si de algo me e enamorado más que de ti, son de esos ojos, color café, color insomnio, color color inseguro, color traicionero, pero no era así, de ti. No podía esperar más que caricias, noche de buenos deseos y deseos de buenas noches, eras tratamiento y cura. Es tarde necesito un trago y bajo a por él. Es el primero, y siento como quema, como arde, como se enciende la célula de mi cuerpo y me hace tomar otro más , y así finalmente brindo en tu nombre -Bendito seas Javier Gonzáles, por haberme roto el corazón-. Bebo 5 tragos y me encaminó a mi dormitorio, no puedo tomar demasiado mañana hay clases y debo madrugar o llegaré atrasada otra vez, veo que me queda un cigarrillo , lo enciendo y me lo fumo aquí encerrada , -no voy a llorarte más, debo olvidarte- susurró y la pequeña niña en mi, agacha su cabeza y se sienta a ver el espectáculo.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS