A mi padre en diciembre

A mi padre en diciembre

Si hay infiernos
para gente como tú
no se postergan a la muerte
instigan en vida, por eso lloras
y le temes a tu locura.
No sé si hay salida
cura, sosiego
no sé si te irás
iracundo y confundido
ni si solo existe la paz
en el silencio doloroso
que provoca tu ausencia.
Y es que si no haz notado
como sangra tu familia
cuando no te mira reconocerte
andando iracundo, desentendido
tampoco habrás notado
que se sigue consumiendo la vida
aunque te escapes
o te quedes dormido
deseando morir
enraizado en tus jardines
en los espacios de calma
que te regalan tus sueños.
Mientras tanto deberías saber
que quienes te aman quieren soñar lo que sueñas
entender lo que ves
para saberte y quedarse contigo
aunque están cansados
por el hórrido vaivén
de los desconciertos
que preceden a veces al edén
que creas con tu cariño.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS