Una Mirada Culpable.!

«X EN EL CALENDARIO»

CAPÍTULO 7:

La emoción de lo inexplicable, pero muy deseado tiene ese sabor a plenitud y realización en su máxima expresión.

Así como había sido decretado por Ricardo el tío de Emiliano, la chica que cambiaría por completo la vida de Emiliano, había llegado, la confianza y la comprensión que se había generado en el poco tiempo de conocerse les hacía sentir como si se hubieran conocido años atrás, pero así tuvo que ser.

Celebrar la graduación de Emiliano, fue un gran logro para toda la familia, el muchacho era querido por toda su familia, aunque asombrados por la presencia de Paula en la fiesta verlo a él, tan ilusionado, disfrutando a cada instante con Paula, parecía jubilo de todos quienes los apreciaban y así una tarde de bocadillos, baile, cócteles y pastel se había terminado, Emiliano no podía pedir más, aprendió a valorar y ser agradecido por todo lo que tenía y disfrutar de su presente, y un muy emotivo agradecimiento por parte de Emiliano hizo llorar a toda la familia, que hasta los primos profesionales no tenían duda que el muchacho tendría éxito en su vida.

A tan solo dos meses de participar en lo que él consideraba su más grande reto, Emiliano se dedicó a practicar mucho cada una de sus maniobras en la bicicleta, era un joven muy apasionado, algo que sin duda le había hecho ganar en competencias pasadas de Down Hill, esta podría ser una competencia como las demás, pero era donde finalmente se enfrentaba con jóvenes reconocidos en su categoría, antes quienes lo apoyaban era su familia, esta vez no serían solo ellos, esta vez estaría Paula,así que mientras el practicaba para su competencia ella se entregada a la danza, porque también se preparaba para sus presentaciones de Diciembre, teniendo claro el ritmo de la música para cautivar con su mirada, sonrisa y acertados movimientos a todo el público.

Tan rápido el calendario, pero tan lentos los latidos en el corazón de los muchachos cuando escuchaban su voz por llamada o a la espera de verse, fue floreciendo cada vez mas dando lugar a un amor sincero. Viernes 18 de Noviembre por la tarde y Emiliano, había tenido que salir con su padre por todo aquello que les hacía falta para la competencia, así que no pudiendo verse con Paula, se le ocurrió enviar a una hermosa mensajera hasta su casa, Elizabeth seria la persona ideal para la tarea, así que llamándola por teléfono dio curso a su plan.

– Amiga recuerdas, que alguna vez te dije, que con un ramo de margaritas, marcaría el inicio de un nuevo amor.

– Y cómo voy a olvidarlo, aún sigo esperando ese día, pero no crees que te has demorado demasiado con Paula.

– Sí, y a veces tengo ganas de decirlo de una sola vez sin más ataduras, pero tengo una meta.

– Vaya Romeo en el que te has convertido, pero ¿Cuál es tu meta?

– Se lo pediré mañana, cuando concluya la competencia.

Por un poco más y Emiliano pierde en sentido de la audición, pues causo tal emoción en Elizabeth que la muchacha había gritado tan fuerte ante semejante noticia, ya recuperándose de la reacción de Elizabeth, Emiliano le comentó, que el había dejado pagado un ramo de margaritas de colores en la floristería del barrio, ella debía pasar por él y enviarle un mensaje a Emiliano, cuando le haya dejado el ramo a Paula, así que sin más espera en el destino de los jóvenes enamorados, Elizabeth dio muestra de haber entendido el mensaje, colgó rápidamente a Emiliano y salió de prisa a cumplir con su tarea.

– Emiliano, misión cumplida, tu Julieta, si por poco me da un beso al verme con las flores en su puerta, me ha dado mucha ilusión, así que adelante a lo demás que hayas planeado.

Las cosas estaban como las había planificado Emiliano, así que envió un mensaje de texto a Paula, diciéndole que buscara entre las flores y le diera una respuesta. Paula al ver dicho mensaje, se había llenado de mucha ilusión, se le cruzaron muchas ideas por la cabeza y la principal, aunque incrédula, quería que fuese un papel en el que Emiliano le pidiera ser su novia, pero días antes, cuando contemplaban la luna llena, Emiliano le había dicho que el día de su competencia: Para todos será una meta, pero para él sería como recibir dos premios, uno por el tiempo que practicaba y otro por querer estar con ella, de su esfuerzo dependía el primero, pero el segundo dependía de Paula y sin entender ella lo tomo como un acertijo, así que sin poderlo descifrar, Paula no supuso más y busco entre las flores como lo había mencionada Emiliano, ahí estaba una nota que decía:

Feliz de tenerte en vida, disfruto de todo lo que compartimos, muero por verte mañana, mi corazón contigo y el tuyo conmigo, te quiere Emiliano. ¿Quisieras ver el amanecer conmigo?

Detalles sencillos, que lograban ganarse de a poquito el corazón de Paula, así que por la noche ella lo llamo para agradecerle por el detalle, y a desearle mucha suerte en la competencia, ella llegaría a las 07:00 am, para animarlo a Emiliano antes de que empezara la competencia, mientras el debía salir a las 05:00 am de su casa para realizar el respectivo reconocimiento de la pista en la que se llevaría a cabo la competencia.

– Sé, que mañana te ira de lo mejor, así que a dar lo mejor de ti, que esa competencia es tuya Emiliano.

– Una parte de la competencia ya la he ganado al saber que estarás conmigo y entonces que me dices: ¿te gustaría madrugar conmigo?

– ¿Madrugar?

-Sí, mi amigo Diego, tiene libre su camioneta, así que iremos con él llevando las bicicletas para adelantarnos al reconocimiento de la pista, y se me hizo perfecto invitarte y ver el amanecer.

La cita perfecta, algo que ha Paula le había hecho mucha ilusión, desde que de desvelo un 14 de Febrero viendo una película romántica y sin hacerlo esperar a Emiliano, le había dicho que lo acompañaría y que pasara por ella al día siguiente, los dos emocionados por lo que habían planeado se despidieron, pero Paula de la emoción no pensó dos veces y fue hasta la habitación de Ana para pedirle permiso.

– Madre, yo sé que tengo muchas cosas que hacer, pero por favor si me dejas salir mañana temprano de casa, hago lo que tú quieras de regreso.

– Calma Paula, pero que sucede.

– Emiliano se ha ofrecido a pasar por mí, para llevarme a donde sera la competencia pero a la madrugada.

– Acaso no ibas con Elizabeth a las 6:30 am.

– Bueno, Elizabeth también viene, todo ha sido por ver el amanecer.

Y con los ojos de ilusión que tenía su hija, y al notar el interés que tenía Emiliano por su hija no le quedo más que confiar en su hija y darle permiso, Paula emocionada por lograr su propósito, ahora era cosa de convencer a Elizabeth para que madrugara con ella, así que sigilosa corrió hasta su cuarto, para llamarla.

– Amiga, Sabes lo importante que eres para mí, por favor necesito de tu ayuda.

– Pero Paula, parece que hoy haz conversado con Emiliano, llamándome tan emocionados.

– Tenemos que ir a las 05:00 am a la competencia de Emiliano.

– ¿Acaso no tienes sueño?, pero la competencia es hasta las 08:00 am, porque tan temprano.

– Por el amanecer Elizabeth, además le he dicho a mi madre que tú, vas conmigo.

– Esta bien, pero como cupido, me está saliendo caro este trabajo, no te preocupes amiga, ¡Ahí estaré!

Teniendo todo resuelto, Paula sentía que no dormiría en toda la noche de la emoción, 04:30 sonó la alarma de Paula y sin esperar más, corrió arreglarse y abrigarse muy bien, una gorra de lana, bufanda, abrigo largo, jeans y tenis fueron la combinación perfecta, tomó un poco de café antes de salir. Daban las 04:55 am y contra todo pronóstico Elizabeth llego, pobrecita, medio dormida pero con la finalidad de que sus amigos vivieran su romance, ahí estaba ella, suena el timbre y ahí estaba Emiliano con su amigo Diego, despidiéndose de Ana y sin hacer esperar a los muchachos, ellas salieron a toda prisa, como Elizabeth llego de improvisto tuvieron que acomodarse, Diego encantado por la distribución que habían adoptado en el carro, Paula sentada en las piernas de Emiliano, abrazándolo por el cuello, Elizabeth perdiéndose en medio de Diego y Emiliano, la hacían ver como niña pequeña.

La feliz pareja contenta por viajar juntos, Elizabeth algo incomoda por no poder estirar su pierna y Diego risueño por cada movimiento delicado de Elizabeth, dio paso a una conversación entre los muchachos, Diego había hecho del viaje algo agradable pese a la incomodidad de Elizabeth, ella había disfrutado del viaje por la buena música que Diego había puesto, sus temas de conversación y los chistes graciosos que el chico tenía con ella.

Llegaron a su destino, todos salieron de la camioneta, el olor a eucalipto era envolvente, Emiliano había decidido ir a caminar con Paula, mientras que Elizabeth con Diego se quedaron frente a la camioneta, Diego había estado interesado por mucho tiempo en Elizabeth así que ese día no espero verla y mucho menos en la madrugada. Ellos pudieron haber sido enamorados desde hace un año, pero Diego no supo aprovechar su tiempo y Julio termino por conquistar a Elizabeth, sin embargo eran buenos amigos por Emiliano.

El pasto verde y frondoso, hacían de la montaña en la que se encontraban Emiliano y Paula un lugar hermoso, el crepúsculo ya se hacía notar, los muchachos habían decido sentarse juntos para contemplar la salida del sol, una escena como de película, pero con un valor agregado, el viento acariciaba sus mejillas, algo que hacía que Emiliano se apegara un poco más a Paula para abrazarla y como si el silencio fuera el protagonista de la escena paralizo a los jóvenes, Paula había alzado su cabeza para decirle a Emiliano que siempre había soñado con mirar un amanecer, él cautivado por los ojos de Paula, parecía que había perdido la noción del tiempo, así que lentamente acaricio la mejilla de Paula hasta tocar sus labios, el corazón de ambos muchachos se había acelerado, pero él inmerso por las ganas que tenia de besarla, la miro fijamente e inclino su cabeza, su respiración se había juntado, y cerrando sus ojos, acerco sus labios a los de Paula y la besó, como si los labios de Paula fueran frágiles el tenía mucho cuidado, pero en realidad era esa sensación de no creer lo que estaba pasando, tan evidente eran sus nervios que los labios de Emiliano empezaron a temblar, sensación única que nunca antes había sentido.