«El inadaptado camuflado»

Empezaba el primer año de universidad cuando Juan cayó en la cuenta de que la naturaleza sociable del ser humano y la rapidez del cambio le habían obligado a adentrarse a varios grupos por diferentes motivos: clases de sociología, prácticas de carrera y eventos de música. Algo que no llevaba muy bien, ya que le resultaba agotador tener que estudiar a todas esas personas desconocidas, pensar quienes eran y prestar atención a que podrían decirles o contarles. Sí, era una mala costumbre el analizar a las personas e intentar entenderlas, porque además sabía que siempre se repetía un patrón.

El patrón era el siguiente: Los primeros días o semanas de que el nuevo integrante del grupo se haya presentado automáticamente es analizado, juzgado y catalogado. Con suerte si el individuo posee habilidades sociales aceptables, habrá un porcentaje alto de aceptación y no tendrá ningún problema, ahora si es todo lo contrario, da igual lo mucho que haga ya que empezarán ciertas criticas como “no me fío de él”, “es un poco raro”, “no habla”, “tiene contestaciones desconcertantes” … Si fueras el inadaptado, en este caso comenzaría una conducta no focalizada en un grupo, es decir, estás allí pero como si no lo estuvieras ya que los demás miembros no te incluirían en sus interacciones hasta que poco a poco te das cuenta de que el grupo están organizando debates, eventos o quedadas sin incluirte…. Con las nuevas tecnologías este comportamiento se hace más notorio aun cuando, por ejemplo, se hacen nuevos grupos de WhatsApp donde no apareces, con el motivo de poder hablar de quedadas sin que te des cuenta o incluso de ti (no agradablemente) surgiendo el novedoso ciberbullying o demás.

Aunque ya estudios habían explicado este comportamiento basándose en instintos primarios, Juan rechazaba teorías donde el ser humano era un mero animal, no por motivos religiosos sino más bien evolutivos, ya que como se razonaba a veces en las aulas de filosofía: si a un perro se le puede enseñar incluso a dominar sus instintos, ¿porque el ser humano que está dotado de conciencia no podría?

Por otra parte, Juan conocía de sobra los diferentes factores que definían aspectos intrínsecos en nuestra naturaleza de animal evolucionado y que evidentemente influirían: las respuestas del receptor según nuestras habilidades sociales y ,como no, el aspecto físico. Valiéndose de esto, Juan desea experimentar con esta premisa, así que se une a tres grupos diferentes donde se comporta de manera diferente en cada uno de ellos.Pasado unos meses, hace un análisis incluyendo estas categorías: Adaptados sociales, inadaptados sociales y el inadaptado social camuflado; y estas son sus conclusiones:

“(…)Por este motivo, Si entras dentro de la normalidad de hombre blanco de clase media alta cisgénero heterosexual dominante se te perdona todo, puedes engañar, puedes faltar al respeto, integrarte en los grupos con más facilidad, señalar a los diferentes, ir a fiestas sin que se rían de ti e incluso interactuar con el sexo opuesto con más facilidad que otros.

En una fiesta organizada por los alumnos de la Universidad mentí acerca de mi clase social y fui cuidadosamente vestido para la ocasión. Según mis análisis, desperté ciertas envidias por mis compañeros, pero a la vez me apoyaban con el único motivo de sentirse más integrados. Los varones me invitaban a chupitos y me hacían chistes obscenos sobre ‘cualidades’ de mujeres, también hablaban de futbol, yo no entendía de futbol así que me limitaba a escuchar. Algunas mujeres me pedían el número, otras se acercaban y me sonreían. No me sentí mal utilizando mis mentiras ya que esa noche conocí muchos casos de adaptados sociales que con una copa y las mentiras conseguían perfiles de Facebook y números de contacto, o incluso, acompañaban a algunas. No fue mi caso, otra prueba de que la conciencia es superior al instinto.

Me sentí bien, cómodo y aceptado, pero no contento con el resultado social, veía discriminación desde un lugar seguro y nadie se percataba de ello.

El ambiente era el siguiente: música alta, alcohol y rituales de bailes que no se me daban bien … hasta que entre el gentío pude ver grupos de inadaptados mezclados con los adaptados donde habían iniciado el proceso: la guapa critica a la fea, los piques varoniles y la cosificación de la mujer por parte de los varones, cosificación que muchas mujeres aceptaban y aplaudían, quizás por supervivencia o quizás porque realmente les gusta, no lo sé.

Luego habría que analizar otra categoría, los que son inadaptados ‘adoptados’, esos que son buenos y por eso entran en el grupo guay. Estos individuos pueden permitirse el lujo de la mofa hacía los otros inadaptados, aunque a su vez es criticado por el grupo quien lo ha adoptado, convirtiéndose en una especie de bufón con privilegios para que los demás tengan la conciencia tranquila, ya que se han visto todas las películas juveniles americanas donde un supuesto inadaptado sobrevive y triunfa. En otro grupo lo fuí y no me sentí nada cómodo. Cambié totalmente de estilo de ropa y me afeité (ya que la barba es ‘cool’ ahora), me puse gafas y zapatillas rotas. Estuve en la pista intentando invitar a todas las mujeres posibles a bailar, pero sin efecto alguno. Critiqué a inadaptados con otros -mira el friki ese-, -esa gorda no debería llevar ese vestido-, – Aquél se cree guapo- … así conseguí una parte de amigos y otra gran parte de críticos, donde la gente se reía a mis espaldas o señalaban mi falta de educación. No me sentí nada cómodo interpretando este papel, es cómo si me traicionara a mi mismo.

Anotaciones: Creía que estos patrones estaban implícitos en cierto grupo o ambiente, pero no, se repiten exactamente igual en grupos como los roqueros o incluso los hippies (..)

(…) Cuando casi me sentía especial por no pensar o actuar como la inmensa mayoría, aparece Marlon…

(…) Marlon es camarero y parece no tener estudios. Llevaba unos pantalones ajustados, una camisa del grupo Nirvana y un collar con una «V»…. Hubo algo en su andar que me desconcertó, pero cuando uno de ellos le acusó de mentiroso en una situación que parecía lo bastante tensa, él le contestó – ¿Porque no sigues hablando con esa rubia?… no he visto a tu novia por aquí no te preocupes- El otro muchacho le recriminó su ataque a una supuesta amistad entre ellos, reprochando todo lo que le había contado y lo que sabía de él. Lo supe al instante, Marlon era diferente, estaba de incógnito en aquella fiesta.

Sin quererlo, abrió la veda a un grupo desconocido para mí, donde tan sólo veía personas llevadas por instintos. Este grupo es minoritario, pero tiene las siguientes características: aceptan que todos seremos criticados, humillados, aplastados, pero aun así se la trae al pairo ya que su máxima es que aman a las personas.

Este grupo, al que Marlon pertenece, se relaciona tanto como con el adaptado como quien no lo es, defendiendo al afligido siempre y enseñándole a reírse de si mismo. Son recelosos de su intimidad, no entran al trapo de la crítica, aceptan su destino de soledad, se hacen los tontos para no parecer una amenaza y se inventan mentiras para buscar espacio o incluso separatismo. Además, otros utilizan la mentira por ambiciones propias que pueden vender por información que el adaptado le ha dado sin pensar, confiados. Normalmente si crees que no son de fiar, es porque estás en el grupo de los adaptados privilegiados y ha jugado contigo, ha hecho un experimento sociológico de tu comportamiento en un grupo y no le ha gustado nada, así que prefiere mantener las distancias.

Marlon se camufla muy bien porqué acepta su imperfección y no quiere ser como los demás, no solo eso, sino que considera que son los demás quien están equivocados y que están alimentando el despotismo de una sociedad que discrimina, que señala y critica. En Marlon pude ver un patrón contrario al que había visto todo este tiempo, el no busca ser aceptado sino más bien mostrar una disidencia, y ser él quien acepta o no a los adaptados… De ahí a que será difícil que te acepte el inadaptado verdadero, el de pura cepa, el que no se esconde ni te discrimina, al que le da igual que seas negro, latino, católico, judío, mujer, trans, gay, bi, guapo, feo…. pero lo que no perdonan es la intransigencia, ni consentirá reavivar un fuego que consume a los que apenas pueden defenderse. Desde que lo vi supe que Marlon es el campeón de los diferentes y en su infinito amor por las personas espera un cambio positivo en ti y en la sociedad. El inadaptado social verdadero está muy alejado de la perfección, pero Marlon considera la imperfección un tipo de arte con el que se puede crear un mundo donde todos podamos convivir juntos. (…)»

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS