Cuantas veces te preguntas cual es tu propósito en esta vida, yo lo he hecho miles de veces, sin embargo sigo sin encontrar la respuesta, creí que solo se limitaría a ser ayuda idónea pero me equivoque, había incógnitas en mi vida que fueron respondidas por Dios pero a la vez se generaron otras tantas más como si estas se convirtieran en una red exponencial, y la pregunta de todos los días a Dios es la misma ¿Cuál es mi propósito? Y para que me tienes viviendo aquí así, de esta forma y en estas circunstancias (sin afán de reclamo).
Un día creo saber más, y al otro día me doy cuenta que sigo siendo más ignorante que ayer, me siento firme y de repente me encuentro entre arenas movedizas; pienso que el amor es cuadrado y descubro que puede ser infinito; te descubro a ti de extremo a extremo y a pesar de que somos tan distintos somos completamente compatibles, ¡ironías de la vida!. Y aun que a pesar en mi ser y mi cuerpo se sienta como un esclavo, un esclavo de mi cuerpo, de la vida y el sistema, creo fielmente en que mi mente soy totalmente libre, pero te vuelvo a encontrar y descubro que mi libertad mental sigue siendo limitada. Tu tan grande y yo tan pequeña, tu tan listo y yo tan limitada, y aun así, me miras, me observas y te agrado, ¿acaso no sigue siendo una ironía?, tienes tanto por ofrecer y yo tan poco, pero nos reímos de las mismas cosas; y te miro, y te admiro, y te veo y me gustas, sé que te gusto. Pero no lo entiendo, porque se que no soy pequeña y tal vez no soy ignorante, ni tan esclava, ni limitada pero te miro y te amo y no me explico porque me siento pequeña a tu lado.
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