GRACEJO ANDALUZ

Yo, tube y retuve

mas no guarde «pa» la vejez,

no me queda un «puto» duro

pues la pasta se me fue.

La gasté en vino y mujeres

de buen buqué y tronío,

y a fe de ser muy sincero

¡que bien emplee los duros!.

De Cadiz a San Fernando

no deje cuba ni moza

que el paladar y mis manos

no cumplieran con gran mimo

en catar y acariciar,

en degustar y querer,

que no hay mejor mezcla en el mundo

que… «er» vino y la mujer.

Y sin pecar de «fantasma»

le diré a «toa» España

que mil litros me he «bebío»

en una sola campaña,

-sin contar con El Rocio-

que allí me bebí tres mil

y gocé de diez mujeres,

-quedándome en cuarentena

después de tantos «deberes»-.

A «luego», quise subir «pal» norte

más… me quitaron las ganas,

pues dicen -con gran acierto-

que al cruzar Despeñaperros

nuestro vino pierde grados

y nuestras hembras la gracia.

Así que… con Dios

-remilgados de mierda-

que si estoy viejo y cansado

y he perdido «toa» mi hacienda,

que me quiten lo «bailao»

que esta vida «e» una feria.

(canción)

«Si bebo yo por beber

o bebo «pa» degustar,

cuando llevo el quinto vaso

cualquier vino me da igual».

A todas las mujeres de España

incluso, del mundo entero,

les digo con gran cariño

-y con no poco salero-,

que se os coman la manzana

con rabito y con pipos,

y que no pase ni un día

sin que os den… un «mordisquito».

(canción)

«Si bebo por un querer

o, bebo para olvidar

a «luego» que estoy «bebío»

se me olvida hasta el pagar».

¡Arsa quillo!

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