Déjeme hacer memoria.

Déjeme hacer memoria.

adrian lopez

07/12/2017

CAPÍTULO-1

Y aquí me encuentro, medio exhausto y moribundo, pero con ella a mi lado. Que felicidad recorre todo mi ser al pensar que todo acabará junto a ella. Sin dudarlo, todo como el primer día. Hoy me han preguntado que es para mi el amor, y yo contesté «ella y yo». Me llaman loco obsesionado, pero a día de hoy, no hay nada más valioso para mí que esa mujer. Ay… Que viejo estoy, y que cargante es la gente. No paro de pensar en lo mucho que la idolatro. Hoy recibo una entrevista para escribir mi biografía, no sé si seré capaz de concentrarme. La verdad que sólo me apetece descansar.

(16:00 pm. Hora de la entrevista. Llaman a la puerta.)

– Con permiso.

– No tenga vergüenza, adelante.

– Gracias y buenas tardes, señor Dylan López .

– Gracias a usted por venir, ¿comenzamos con la entrevista? Me gustaría guardar reposo lo antes posible.

– Por supuesto, cuénteme.. ¿podría describirme el principio de todo, desde lo más recóndito de su mente hasta su triunfo a día de hoy?

– Claro, pero póngase cómodo. Esto va para largo, tengo mucho que contar…

(65 años atrás)

Estoy eufórico, hoy es mi cumpleaños y tengo unas ganas terribles de recibir mis regalos. Aunque tengo más ganas de ver a Sara, no estoy seguro, pero creo que estoy completamente enamorado de ella. Mis amigos me llaman «nenaza» por decir eso, pero la verdad que me da igual. Tengo claro que me voy a casar con ella. La conozco desde pequeñito y siempre la veré con los mismos ojos, como el primer día.

Se que tendré el regalo que ansío, he sacado matrícula de honor este curso y me va a esperar un verano tremendo, mamá está muy orgullosa de mí. No me quito de la cabeza las ganas de tener en mis manos ese juego de herramientas, me gusta crear cosas e inventar, algún día seré científico y crearé máquinas que anden por si solas, incluso hasta ¡coches voladores! Pero lo que de verdad supera esa ilusión, es las ganas de verla.. No me la quito de la cabeza, Sara… mi dulce Sara. Estoy rozando la obsesión me parece, no me importa. A veces pienso que igual me estoy volviendo loco, hablo muchísimo conmigo mismo. Al menos queda todo reflejado en mi diario.

(18:00 pm. Instituto Don Emiliano.)

Dani me ha dicho que quería verme en el instituto, tiene algo muy importante que contarme sobre de Sara. ¿Qué será? Tengo demasiada intriga, quiero saberlo ¡ya!

(Dani le espera lejos de la puerta del Instituto. Con aspavientos saluda a Dylan)

-¡Dylan! ¡Estoy aquí!

-¿Que haces aquí? ¿No habíamos quedado en la puerta del instituto?

-Si, pero es que prefería hablar del tema en un lugar más privado. La ventana del gimnasio está abierta, podemos colarnos.

(No me hace mucha gracia colarme en el instituto, pero me pueden las ganas de saber que es lo que me tiene que decir de Sara, mi dulce Sara…)

-Está bien, pero rápido, no quiero que me pillen y echar a perder mi matrícula de honor.

-No me seas quejica, venga cerebrito. A ver si se te da tan bien escalar como las matemáticas.

(Saltan la verja que les interpone el paso al interior del instituto, caminan hacia la ventana y se disponen a saltar hacia ella.)

-¿Crees que llegaremos? Esta muy alta.

-No me seas cagón. Venga que te ayudo a subir «princesita».

(Dani pone las manos para ayudar a subir a dylan hacia la ventana. Este se queda apoyado en el borde.)

-Venga Dani, dame la mano que te ayudo.

-No hace falta puedo yo sólo. Tu vete entrando.

-Están las persianas bajadas y no se ve nada.

¡Eeentra! No seas miedica, no te va a comer el monstruo del saco.

(De un salto Dylan entra en el gimnasio. Se encienden las luces y todos gritan al unísono)

-¡SORPRESA!

Vaya pedazo de sorpresa, era todo una «trampa» para celebrar mi fiesta de cumpleaños. Qué contento estoy. Están los profesores, mis amigos, mis familiares y sobre todo, Sara. Hay muchos globos, luces de colores, unas mesas con gran cantidad de comida, sillas, un montón de regalos y música.

(21:00pm. En casa de Dylan.)

He tenido un día estupendo. Me lo he pasado genial en mi fiesta sorpresa de cumpleaños. Todos me han felicitado calurosamente, no sólo por mi cumple, si no también por mi matrícula de honor. Los juegos, los regalos, las risas… pero lo que más me ha alegrado ver, ha sido a Sara. Me ha hecho un regalo muy personal, me mando ir a los baños solos porque le daba vergüenza darmelo delante de todos. Me dió una carta donde dentro tenía una nota con forma de corazón, y lo más importante, el beso en la mejilla al despedirse ruborizada. Yo me quedé sin palabras, y más rojo que una rosa. No soy capaz de explicar la sensación que tuve en ese momento… sentí que volaba teniendo los pies en el suelo, sentí como un escalofrío por toda mi espalda, sentí como si las mariposas quisieran salir de mi estómago. Fue una sensación increíble, y sin ninguna duda, el mejor regalo. He dibujado en un folio los planos de mi primera creación. Quiero crear un humanoide de hojalata, plástico y cables. Voy a intentar hacerlo funcionar instalandole una batería de pila, ojalá tenga suerte. Ha sido un gran dia me voy a dormir.

CONTINUARÁ…

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS