-A Conocerse, aunque dentro de mí solo quiero desaparecer.-

Fue triste acabar el día de ayer pensando en que hubieron demasiadas risas, pocos disgustos, tu hermosa sonrisa y tu abrazable calor.

Varias veces me habías insistido en tomar el poder de observar con quien me comunicaba, no accedía porque tuviera algo que ocultar; si no porque sabía que tu lo hacías. ¿Ilógico no es así?.

Fue triste acabar mirando que las palabras que me decías se la mencionabas a otra, irónicamente rompiste mi corazón; aunque te he dicho que solamente el corazón se aplasta, pero lo rompiste. Exactamente no sé a donde quieres llegar, no se si es un planeado plan para que yo cayera y tuviera que alejarme y así pudieras vivir tu vida… o solo es un resbalón.

Siento que abrieron mi pecho y que con tu mano tomas mi corazón estrujándolo mientras yo… atada en una camilla estoy gimiendo por amor verdadero aún sabiendo que tú lo eres. No dudo que me ames. Dudo de lo que hago para seguir enamorándote.

Fue triste terminar el día partiéndome el alma, viendo en el espejo como se agrandaban mis ojeras, y con mis puños golpear la pared hasta sustituir la sangre física por el dolor emocional… que en este caso, se sentía igual.

Tienen la ilusión de solo verse, conocerse… pero cariño, así comenzamos tú y yo. No sé exactamente que pretendes, Entiende por favor que yo por ti he dejado a muchos… pero tu No Lo Entiendes. O al menos eso Parece.

Tengo una impotencia, mi boca ya no da palabras, mi voz ya no viene del alma, me siento agotada, las estrellas se apagan, la luna se oculta, mis ojos se hinchan, las lágrimas se secan, mis manos se duermen, la noche se agolpa a mi mente, el sol se ahoga, la tierra se humedece, el puño se prepara para dar su último golpe devastador.

Solo quiero saber que ocurre. Sin mentiras. Quiero la verdad, sinceramente no me quiero ilusionar porque tu eres mi primera y última opción. No sientas lástima, solo dímelo; ¡Me muero! y tu crees que solo escribo, pero mientras lloro y relato, hay algo dentro que habla con sinceridad mientras lees esto.

-El enojo lo tengo en una mano, la tristeza en la otra, las lágrimas ya no existen y el tiempo se agota.-