Mírame, caí pero me he levantado,
siempre llevo erguida mi voluntad
ya he aprendido a llorar hacia adentro,
mi sonreír es sincero,
¿Qué más me puede ocurrir
que tenga que ver con lo banal?
¿Qué es lo que tiene importancia?
Yo estoy apedazada
y se me ve entera,
no verás los cristales rotos
de mi frágil alma,
los he coleccionado
dentro de unas pompas de jabón
y parecen diamantes de pedida.
Mírame, caí un millón de veces
y volví a emerger
a brotar como el verde en primavera,
a calentar los helados páramos de tu desdén.
mi rictus se eleva
acompaña a mis labios al reír.
Mírame, no has podido desgastar el amor
no has rebelado mis iras
no han salido a las batallas perdidas de antemano,
todo está intacto,
o si acaso es relleno chispeante
de otra pompa de jabón.

Marga Escuder.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS