mi cuchillo empiezo a afilar,
su hermoso brillo me hace suspirar,
en la fría noche me oculto,
esperando una presa encontrar.
ella es blanca como la luna,
su piel brilla como ninguna,
entonces comienzo a temblar,
y mi corazón empieza a palpitar.
lentamente me encamino hacia ella,
de cerca es aun mas bella,
el viento agita su larga cabellera,
y mi respiración se acelera.
ahora se ha quedado inmobil,
ya dejo de respirar y ese beso tan anciado
por fin le pude dar.
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