I
Si te sirve de consuelo mi cuerpo,
ven, llora sobre este barro roto
cubre de tu sal mis heridas
haz de las cicatrices ríos, mares
(océanos de años y de vidas)
deja abierta la puerta a la duda
ahoga en la lluvia tus pesares,
la verdad es (una) amante cruda,
evade tu recuerdo con canciones
atraviesa conmigo estos salares.
II
Tuve que aceptar que tu palidez te
desvanece,
que tu palabra no sea de frente no te
desmerece,
te vi sentarte en un nudo cerrado de
celos,
a ver pasar el día como cortina de
nervios,
quieres saber qué me hace lo que no
eres:
para silenciarte completo solo debes
negar,
quienes somos, quien eres, a donde
vas,
como seguimos, a donde vamos para no
llegar.
III
Labios
tejidos,
de rojos
temblores
ceñidos
colores
agudos
constantes
latidos
bajan
mi piel
como
escalera
de ruidos.
IV
La noche es tibia mortaja,
soberbia calza tu furia blanda
abrazo humo, el vaho me encara,
titilante luz que nunca se apaga,
ilumina la luna mi libertad amarga.
V
Desistere.
Finem facere.
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