A quien me quiera escuchar…

Me han traicionado, lo han hecho como de costumbre, me han destrozado y nadie se ha interesado por conocer el dolor que han causado en mi, todo tipo de traición es mala, cuando te traicionan sientes el calor de la ira, la rabia se apodera del cuerpo, el calor hace efecto en la sangre y mil cosas diferentes se cruzan por nuestras mentes, pero quien me ha traicionado no ha sido desconocido para mi, pues cuando la traición viene de quien siempre has tenido tan cerca de ti, el dolor es mucho mayor, tal vez no solo fue una si no fueron varias, esas a las que dedicaste tu amor, confiaste en sus decisiones y dejaste todo por ellas, ahora el dolor es mayor, haber amado y recibir cenizas de desilusiones.

Mi mundo se vino abajo, me sentía débil, pequeño, inseguro, algunas veces pensé que mi vida no tenía sentido, que me había equivocado de dirección y que no tenía el valor como persona que alguna vez había deseado. Al ser traicionado, entre en dudas, esa persona se volvió parte de mi vida, logré evidenciar cuan importante era para mi, y que mientras mas me empeñaba en satisfacerla, el puñal de la traición se adentraba a mis entrañas gélidas del dolor. Aún así, me desgarraba ver llorar a esa persona, me sentía infeliz, fracasado y herido, no podía ser posible que todos mis esfuerzos se derrumbaran como si nada hubiera pasado. Algunas noches pienso que quien ha perdido es esa persona, que su traición corrompe cualquier resquicio de corazón, sé que quien ha desaprovechado todo ha sido esa persona, y aun así me dejaba influenciar por sus lagrimas, mientras yo le alegaba que no sufriera, pero a quien miento, tenía que sufrir, su traición también hirió, que sufra igual que yo.

No quiero volver a llorar, aunque se muy bien que es ley de vida pasar por todo esto, cuanto añoro que nadie mas pase por esto, que nadie mas sea traicionado, pero a quien engaño, en este mundo estamos corrompidos por los ideales de farsantes mundanos que aprendieron de la muerte para jactarse de falsas ilusiones, solo quiero decirle a aquellos que aun sufren eso, que aguanten, que la traición aunque duela no es eterna, y con el tiempo alguien llegara a ti y saben ahí estaré yo para verlo. Levanten cabeza, sigan adelante, el tiempo dirá quienes merecen estar cerca a ustedes, sequen sus lagrimas y olviden el dolor, pues quiza esa es la mejor venganza, el olvido.

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