Fue amor a primera vista, mi corazón se aceleró y no podía dejar de sudar mientras veía como te acercabas, como me mirabas, hasta que tu respiración invadió todo mi espacio vital, fue ahí el momento en el que decidí que fuera nuestro espacio vital.

Todo fue rápido, bien, bonito, después de una boda que tu organizaste a la perfección, llegaron los niños, una niña y un niño, «todo perfecto» decías, si tú todo lo hacías bien, yo miraba por tus ojos, hablaba por tu boca, respiraba por tus pulmones, todo era maravilloso y perfecto en mi vida.

Recuerdo la primera vez que cociné, nos cansamos de reir cuando se me estallaron los dos huevos fritos, y las papas se quemaron por un lado , «que inútil que es mi chiquitina» dijiste, desde entonces, te esperaba a que llegaras de trabajar, y tú hacías la comida a la perfección, «mira cariño, lasaña perfecta» «mira amor que chuletón te he hecho», ni siquiera me gustaba la carne, pero … era tan perfecta. Tu sonrisa era perfecta, tus ojos ideales, todo un sueño, pensaba yo por las noches, mientras hacíamos el amor, siempre en el mismo orden, los mismos movimientos, jadeos intensos, besos profundos, luego un climax perfecto, eso decías, y después descansar, hay que dormir 8 horas para que el cuerpo se recupere bien.

Un día, una semana, un mes, un año, y otro , y otro, viviendo a la perfección, los niños crecieron, listos, perfectos, pero no sonreían, la niña exigente, el niño pasivo, «estos niños parecen que no son mios» decías, y eso me dolía, pero ya acostumbrada a ti, hasta lograba sonreir, porque yo te quería.

¿y ahora? Ahora sigo perfecta, soy un poco loca, y llegaba tarde, resbalé, las escaleras del duplex tenían un tamaño peligroso, siempre lo dijiste, se notaba que no habías estado tú para el cálculo, caí, «fue rápido» decías, «no me dio tiempo a agarrarle del brazo» tú estabas arriba, tu voz ahora me llega lejos, empieza la sedación, pero atisbo a ver, mis tubos perfectos por ambos brazos, el pitido de la máquina perfectamente acompasada con el martilleo de mi cabeza, pi, pi, pi, pi, y atisbo a ver tu cara, tu mirada hacia mi, «que inútil mi chiquitina» parece que piensas, como el día de los huevos, pero no¡ ahora es serio, ya no es perfecta mi vida, mi dedo se levanta hacia ti, miro al doctor, y te señalo, no tengo fuerza para más, una lagrima cae por mi cara lenta, como el tiempo transcurría tras tus empujones e insultos perfectos, creo que quedo claro antes de que mi dedo cayera sobre el lateral de la cama, con triunfo, y en el fondo se oyera un piiiiiii largo acompasado con nada , eso si, perfecto.

FIN

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS