LOS DIAS, CONTADOS (Día 108)

LOS DIAS, CONTADOS (Día 108)

Nando Navarro

20/06/2020

   Cuando se despertó, había una sábana rosa, una almohada y un reloj. Y las prisas por besarle. Y una mirada al paisaje de sus alas… y me enseñó a volar.

   Y me confesó que sus noches son mías, igual que los días que nos quedan y nos faltan aún por vivir. Y yo le respondí, con mirada sincera y clavada en sus ojos: Para siempre, lo verás.

   Cuando llega el amor, se desatan y despiertan todos los sentidos. Y es que tenía razón el sabio que una vez me enseñó, que bailarías conmigo.

   Cuando se despertó, había una sábana arrugada, su espalda con pecas y un despertador. Y los besos que le daba, que encarnaban mis ganas de besarla otra vez. Y ella me mordía, este alma mía.

   Y me confesó, que me ama como se ama con todos los sentidos. Y le dí mi corazón, para que lo guarde donde sólo sepamos ella y yo, y no caiga en el olvido.

   Cuando se despertó, estaba envuelta en mi mirada, tapada por la pasión. Y su sonrisa era mi traje, que me llevaba de viaje al lugar donde aquel día ya no pude derjarla de amar. 

   Porque el amor de verdad es para toda la vida. Porque con cada mueca descamisa mi camisa. Porque cuando no está, la busco en mi fantasía.

   Cuando se despertó, me dí cuenta de que soy suyo y ella es mía.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS