Salmo

Yo, Indigna ante tus ojos, quien a probado tu bondad y misericordia, a quien has estrechado tus brazos de amor, aliviaste mi dolor y no supe ofrecerte un sincero corazón.

Pido tu perdón, y a la vez lo veo perder por mi inútil orgullo que me hace desfallecer, cuando podre mirarte a los ojos y sentirme pura de corazón? Si siempre me encuentro con manos sucias, por mi propia razón.

Imagino la ocasión en la que me hablabas de mi don, también me advertiste de desafíos que conllevaban ser parte de tu creación, alzando la mano acepte. Confiado me enviaste a crecer y desarrollarme para probar mi condición, ahora solo te demuestro desilusión.

En las noches me pregunto si valió la pena el sufrimiento de tu alma sin culpa, al ver mi desagradecido corazón, camino por por las calles del pecado, mas fácil de lo que para mi es pedir perdón.

No te niego que 10% es lo único que puedo dar concerniente a dignidad, mientras el 90 me da razones para escapar, A punto me encuentro de claudicar, pero el recuerdo de un año y medio me hace pensar.

En mi juventud me advertiste de pasajes oscuros que podrían hacerme desviar, de contradicciones en mi mente que segura solía estar. Tanto me amaste que me lo escribiste con tinta y lo sellaste sobre mi andar, condición de lealtad le pusiste a cada promesa que mi mente duda realizar, un voto de esperanza me da saber que soy parte de tu plan.

Amo tus enseñanzas, las mismas que condenan mi actuar, sintiéndome totalmente hipócrita trato de enseñarlas a aquellos que las puedan valorar, sé que no estaré contigo al pensar que puedo caer a propósito y luego tu me perdonarás, la luz que me diste dice que así no funciona tu plan.

Un día dijiste que poner mi mano en el arado me haría triunfar, pero advertiste que mirar hacia atrás me quitaba la dignidad. Solo se que te es fácil amar, así que me aferro a la que me gusta mas, en esa que enseñaste que al tener Fe, Esperanza y Caridad me conduciría a ti; Manantial de rectitud y tranquilidad.

Alisson Wes