Los placeres del mediocre

Los placeres del mediocre

Los placeres de un mediocre son, sin duda, placeres elevados, de alta exigencia. Lo sé porque yo lo soy, soy un mediocre de primera, de fina y suprema categoría, pocos como yo, diría, hay hoy en día.
Los hay en mínimos numeros, porque pesa enormes cantidades tal responsabilidad, y porque además ser mediocre implica siempre sacrificios, hay siempre un trazo, un fino cierre, el último suspiro, la conclusión de un diálogo; pero por supuesto, siempre hay algo que se quiere terminar.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS