Hablando con extraños

Hablando con extraños

Waren

17/06/2020

Mientras escribía el título del escrito consideré que realmente no hablo con extraños totalmente. Más bien, me refiero a que he estado hablando con nuevas personas esta cuarentena que nunca he visto personalmente. Pero que he hablado de más cosas que comúnmente con un amigo hablaría, y más profundas sin ni si quiera habernos visto. 

Al principio del encierro confieso que mantuve la charla con mis viejos amigos que solía ver seguido. Después como al mes y medio, se alejaron y la verdad también me alejé. No hice nada por seguir las conversaciones porque entre a un punto de no querer conversar con nadie, realmente sentí que no tenía nada que aportar ni nada que quisiera saber de los demás. Solo quería estar al cien por ciento conmigo misma y estar en silencio. Y eso hice. Nunca había notado tanta paz por concentrarme en lo que hacía sin distracciones insignificantes. Pero hay cosas que no noté antes, mientras me alejaba de ciertas amistades por un rato, llegaron nuevas que no conocía pero que de alguna manera conecté con todos al instante. Pues teníamos muchas cosas en común y nos dirijamos a la misma dirección. Estoy tan agradecida con estas nuevas personas porque realmente pensé que no encontraría a nadie con quien conversar de cosas nuevas sin sentirme avergonzada de querer llevar una conversación sin camino a una que realmente quiero llegar. Y he tratado iniciar con dos amigos de confianza pero rápidamente la desviaron y hablaron de ellos. No la sentí una conversación natural, estaba siendo forzada por mí y eso no me hacia sentir cómoda, y a puesto que ni para ellos. Entonces preferí escuchar, esperando que llegase otra conversación donde sea mutua la intención y la conexión. 

Y debo decir que son cuatro estas nuevas personas, pero en especial una es mi favorita, porque llevamos casi tres meses hablando de cosas que yo deseaba conversar con alguien, sin dejarnos llevar por las típicas preguntas que se hacen las personas para «conocerse». Es la primera conversación que me sentí tan cómoda que pude abrirme casi desde el principio. Y tengo ganas de conocerlo personalmente, pero la distancia es lejana, y ni si quiera estamos en el mismo país. Pero confió que llegará el momento divino en que eso sea posible. Por lo mientras, soy muy feliz de volver a sentir emoción en contestar mensajes que desde que inició el año no sentía. 

Las personas son como una joya, todas son atractivas, pero en las que descubres su verdadero interior y eres testigo de su comportamiento natural, no las querrás perder nunca. Y te gustarán tanto que las guardarás como un tesoro.  

Siempre he conocido a las personas gracias a la escuela, trabajo, colonia, actividades de verano, amigos de amigos…pero esta vez siento que fue un descubrimiento totalmente mío y de ellos. De la nada pero significativo de verdad.

Claro que extraño y sigo en contacto con mis amigos más cercanos. De hecho seguimos conversando. Me siento privilegiada en saber quienes siguen y quienes se van. Este tiempo fue perfecto para conocernos unos a otros. Para muchos no fue un buen momento para parar, y al principio me sentía igual ya que a penas iba a empezar mi primer trabajo formalmente en una empresa pero valoré mucho más este tiempo para conocerme de nuevo y recrear mis viejos deseos que no tenía idea cuando los empezaría. Y mucho menos relacionarme poco a poco con gente que quiero que estén en mi vida. 

Espero que ustedes lectores hayan disfrutado mucho este tiempo, aunque sea con descansar y ver películas o con lo que hayan podido reflexionar en lo que va del año y sentirse bendecidos.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS