Dos cuerpos desiertos, desnudos,

el deleite ahorcado en nuestra cama,

ese silencio, ese que destruye todo

que se muere a menudo,

despacio sin sonidos

lléname la boca con tus besos maduros,

esos de ángel que vuela,

aferrados a este amor

que ha sido desterrado,

tu sombra se diluye lentamente,

en la suave brisa de un poema,

poesía vaciada a la tierra

por palabras, en un verso

que nunca leíste en el tiempo,

en el enmarañado destino,

en el cálido beso, ese,

que nunca nos dimos

y jamás nos daremos…

Leo Soprano…

Junio/21/2017…

@Derechos Reservados…

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