Una última Carta a ti….

Bueno, no se como empezar una carta, nunca lo he hecho y menos en estas condiciones, así que, lo haré como cuando te hablo de frente.
Hola, espero que estés bien, solo quería decirte algo que había callado por algún tiempo.

Mi vida pasaba tan libremente por la linea del tiempo que no me daba de cuenta que la vida misma se me estaba yendo, y todo fue hasta que te vi, si, que te vi a ti, ¿increíble, no?, yo tampoco puedo creerme eso, en ese instante no entendí que cambiarías mi mundo, y bueno llámame demente si así lo deseas, pero sabes en ese mismo instante en que tus ojos y los míos se cruzaron, supe que nada de lo que seguiría volvería a ser igual

La verdad recuerdo muy bien como eran esos días al verte, pues en esos momentos enserio me sentía atraído a ti, era demasiado apresurado lo se, pero que podía hacer, el corazón y el amor nunca entienden el momento en que ocurre, así que simplemente se levantan una mañana nueva y descubren que se acostumbraron a una sonrisa, a una mirada y a un tono dulce de una bella voz. Tu porte de chica seria, de timidez infinita y de ser ajena al mismo mundo que vivías, un poco arrogante, caminando por la vida haciendo lo que desearas, creando secretos, viviendo aventuras, sin darle explicación a nadie. Si, esa muchacha que no le importa correr el riesgo un poco para sentirse cada vez más viva, que a pesar de diversos días de infinito aburrimiento te desquitabas en un solo día, en una sola hora.

Al inicio esa frialdad de tu mirada era lacerante, muy desconocida, pero poco a poco me fui adentrando a ti, a esos secretos que guardabas bajo la almohada y empece a sentir la calidez de tus caricias; trate de darle explicación alguna, pero todo lo que encontraba con alguna razón mínima era contrarrestado con tus acciones que mostraban tu lado tierno derrumbando los ideales que tenía sobre ti. Acostumbrándome a esos momentos que compartíamos en solitario, que eran duros y distantes a la presencia de los demás.

Que raro es escribirte conociendo mi negativa de entregarte cartas, así que no se si le escribo al viento, pues se que al terminar no tendré respuesta alguna, solo tu silencio, que en medio de todo también termino por ser tu respuesta favorita.

Recuerdo que en esos momentos de mi vida yo me encontraba en un vaivén de emociones, de dudas e incomprensiones, ya nada tenía sentido, no sabía que esperar al minuto siguiente, entonces desperté una mañana y vi tu presencia como una necesidad, y aunque en mi mente sabía la respuesta de que no eras la indicada, mi alma añoraba por ti y mi corazón susurraba que tu eras mi favorita.

Me deje llevar, lo siento, nunca había sentido todo esto que sentí al lado tuyo, me asuste, me arriesgue más de lo normal, desconocí los limites de una relación y vi que esto que teníamos no tenía ni cuerpo ni forma; Me involucre contigo mucho más de lo que había hecho en otras ocasiones, y no solo eso, también fue de la manera más rápida que jamás entenderé, no supe que hacer, te di casi todo de mi, dejando en tus manos lo mismo que tu estabas dejando, conociendo los riesgos de aquello que estábamos creando, conociendo que cada uno podía destruir al otro en cualquier momento, pero necesitaba correr ese riesgo, a fin de cuentas que es la vida sin un poco de peligro, sin un poco de adrenalina, gracias a ti volví a sentirme vivo, pude decir que me estaba enamorando de ti, hasta que nos hicimos pedazos. Destruimos esa versión que teníamos del otro, esa idea, ese sueño, y todo pasó tan rápido, todo fue tan sin sentido.

Y bueno, sabes, no era la primera vez que me pasaba, y para sorpresa mía, tampoco era la primera vez para ti, ese dolor que sentía ensordecía mis días, mis acciones empezaron a volverse torpes y mi alma cuestionaba cualquier rasgo de razón que aún quedara disponible. Fuiste la universidad de mi vida, como una prueba al final de la carrera o como una estación de paso a este viejo vagón en una vía férrea con destino a la deriva.

Tal vez era justo que así pasara, pues tu ya tenías a quien amar y quien te amara, tal vez no te dije que yo tenía lo mismo, que por ti hubiera dejado todo de lado solo por verte despertar junto a mi una mañana, tal vez eso suena demasiado perfecto y poco probable de que sucediera, pero, ¿quienes somos para cuestionar la vida?…