No soy de aquellos que intentan expresar lo inefable

para sintetizar tu personalidad magnética.

Pero soy el único capaz de conducir lo imaginario

por la fascinación y la convulsión de tu búsqueda.

No soy de aquellos que esperan el conticinio para

declarar la singular excelencia de ese cuerpo celeste.

Pero soy el único que adopta estructuras

y recibe el golpe de su desarreglo vivido.

No soy de aquellos que arrebatan el arrebol de las nubes

y lo depositan en las mejillas de tu rostro.

Pero soy el único que se vuelve adicto a

la virulenta limitación de su conducta hedonista.

No soy de aquellos que se sienten perdidos por

la aparente falta de carisma y confianza.

Pero soy el único que vuelve al olvido

la antifábula de los días portentosos.

No soy de aquellos que sonríen en el vacío

del arcoíris de placer.

Pero soy el único que entrega una mirada

sincera a los ojos de su tierna y pura melancolía.

Aunque mi intimo pellejo rodee tu recuerdo

no seré de aquellos.

Entonces sabré que estaba en lo cierto.

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