El origen del arte

El origen del arte

Barbara Parisi

29/08/2017

Va más allá de la pausa, más allá de la rima. Va más allá de las cargas que uno respira. No siempre nace la utopía, a veces de verdad que es pura fantasía. No se trata de quién lo escriba, ni de la pluma, ni de su tinta.

No se trata de la anatomía ni de la postura del artista, o de si hace del guión una poesía de tanto masticar la letra, de tanto pisar firme en la tierra que es escenografía.
Los pasos no determinan la sutileza de la danza, ni las luces dan belleza a las curvas de la bailarina. Tampoco su ambición, tampoco su valentía.
Deshinibirse no implica mostrar lo más oscuro, lo más profundo, a cualquier ojo que mira.
No son los dedos del músico, ni el árbol invertido (y convertido) en instrumento, ellos sólo son el medio.
Y es una parte muy importante, todo esto que aquí expreso.
Pero pienso (y no lamento) que el origen del arte no es eso.
No es nuestro.

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