Pequeña muerte.

Afrodita se ha vestido de Psique,

para poder ser rodeada de lino,

entregando a placer su voluntad,

el tiempo se rompe en medio de caricias,

nada ni nadie existe fuera de los besos,

cada sinapsis se enciende velozmente,

la sudoración es agitada con roces a flor de piel,

los pensamientos flotan sin orden,

los tejidos se endurecen liberando aromas de dulce miel,

el deseo profundo de estallar en un grito eterno,

las emociones atestan la garganta,

perdiendo la cordura en el delirio del momento,

sobre suspensiones de lívido.

Addis Désirée.

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