La sinceridad es ardid que da espacios a tú alma

para corresponder a tú odio.

El perdón será el río que fluye sin tregua

para liberar tus monstruos interiores.

Me dejaste solo porque siempre esperabas

que llevara un poco de paz.

Me dejaste abandonado porque

lo peor es que tenías miedo a odiarte.

Con mi soledad entendí que la

vacía ilusión de subsistencia es

pedagógica y divina.

Con mi soledad entendí que el amor no da existencia,

sino satisface nuestra necesidad de compañía.

Por eso…

el color del puñado de respiros que te sienten

representarán los motivos para evitar

ahogarme en el amanecer de mis ilusiones.

Gracias por demostrarme que valorar lo

sencillo de la soledad

es disfrutar con éxtasis el sentido de la vida.

Gracias, soledad.

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