A pesar de la noble y rústica cáscara que te envuelve

será la cuna de tú abrazo y el área caliente de ese vaho

los elementos que den gusto agradable y aroma extranjero

a mi forma silvestre, creciente y mutable.

Nunca entendí porque tu geometría asimétrica

generalizaba las dimensiones de mis sueños.

Nunca entendí porque tu cuerpo de faceta plana

describía ondulaciones para hacer feliz a los viajeros.

Nunca entendí porque tu lenguaje popular era registro estético

que despertaba mis sentidos y alegraba los matices oscuros

del cielo de Galloway.

Ahora perteneces a la tradición de tu pueblo

por ser mundana y enfrentarte a Urano para renacer la polis.

Ahora gozas del prestigio de los dioses sin cohesionar

con su modelo, pues tu variedad te hace distinta

linda ciudadana de Escorpio.

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