Misky estaba muy nerviosa. Toda su vida se había sentido incomprendida, incluso perseguida. Había decidido que sería bueno sentarse en ese diván y abrir su mente y su corazón a esa extraña. Sentía que quería hacerlo. Sentía que necesitaba hacerlo. Pero no sabía cómo empezar …
–“No me gustaría parecer exagerada, pero me preocupa sentirme permanentemente fuera de la vida, sentirme una espectadora, … es como si estuviera en una isla, sola, rodeada de personas carentes de sensibilidad, superficiales e indiferentes” – comenzó a revelar.
La psicóloga sonrió, al tiempo que le animaba a continuar.
–“No se si sabré explicarme. Es como si, algo en mi mente, no me dejara encajar con todo lo que me rodea. De hecho, necesito, cada muy poco tiempo, alejarme de todo y quedarme a solas para volver a conectar con mis emociones y mi yo interno.”
La doctora le miró con serenidad y le preguntó :–¿Has oído hablar de las Personas P.A.S.?. ¿ De las “Personas Altamente Sensibles“.?. Y sin esperar respuesta, empezó a explicarle. “Hay mucho que contar sobre ellas, pero una de sus características más notable es que sienten y necesitan su casa como un refugio donde desconectar y conseguir calma, donde estar a solas, para poder gestionar la enorme presión que sienten recibir de los demás. Esta presión la sienten porque son personas que, de forma natural y sin esfuerzo, descifran e intuyen los sentimientos de quienes tienen enfrente, es decir, su capacidad empática es extraordinaria. Se ponen siempre “en la piel” del otro y no soportan ver sufrir a los demás. Pero claro,… , de la misma manera, también tienen una habilidad especial para captar cuando alguien les miente o les esconde algo. Y, cuando sienten que eso está sucediendo, se enfadan, y no pueden evitar mostrarlo, pero luego se sienten mal por no haberse controlado o por si, incluso, han dañado a alguien. Y se sienten culpables. Las PAS son personas sinceras. Muy sinceras.”
–“Entonces – preguntó Misky – ¿Cuándo prefiero evitar algunas situaciones para no dañar a nadie, y que, de paso, tampoco nadie me dañe a mi, no soy una cobarde.?
–“No. Simplemente detestas la mentira, las injusticias y la crueldad y no sabes fingir tus emociones.”
–“Pero … – siguió Misky – no entiendo porque fuera de mi casa no he encontrado a personas que puedan sentir como yo, ni siquiera que comprendan como siento yo.”
–“Es normal que puedas sentirte “diferente” de los demás porque es difícil encontrar a otros con tu misma empatía, salvo en casa, porque tu forma de sentir la has heredado de tu familia. Es genético. ”
–“Ahhhh!!! – se recreó Misky , “ahora comprendo a la “hierbas” de mi madre…”
–“Deberías intentar comprenderla, si …” – le siguió la broma la terapeuta- “verás, otra de las características de las PAS es que son personas muy ingeniosas y con mucha imaginación, y que utilizan el sentido del humor para relacionarse con los demás.”
En un instante, el silenció se instaló en la habitación.
–¿Y bien,- añadió la doctora- … No tienes nada mas que preguntarme.?.
Misky, sonrió y dijo … “Ya lo creo que si. Me he dejado la mejor pregunta para el final… Entonces ¿Soy, o no soy, un bicho raro.?”
–“No, no lo eres. Simplemente se te ha dado el regalo de ver la vida de una forma especial, de ver el mundo con un corazón más abierto y puedes ofrecer sentimientos de ternura, de cariño y comprensión a los demás. Posiblemente, en muchos casos, ellos no serán conscientes de que lo necesitan, pero tú, sin que ellos lo sepan, les harás la vida mas bonita.”
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