Algunos comentarios:

“una voz que asciende por lo más recóndito del sentimiento, que emancipa de recetas caducas por su propia insularidad. Una voz que no recuerda la de nadie”

ALBERTO QUIJANO GUERRERO 1985

“…En Tiempo sin Memoria… es, en primer lugar, el ámbito propicio para el ensimismamiento, el espacio óptimo del enfrentamiento del ser solo con su soledad. La tarde, el tiempo son las condiciones necesarias de la situación lírica…”

JUSTO WALBERTO ORTIZ

Julio 12 2004


TIEMPO SIN MEMORIA

Poesía ( Nariño )

Carlos Francisco Palma Urbano






PRIMERA CONFESIÓN

No sé cuándo no cómo
La poesía llegó a buscarme
más sentí que floreció ,
Tras un largo sueño
Y en la intuición
Lejana de una estrella
Y entonces,
Como un lucero asustado,
Caí sin saber,
Cómo,
Ni cuándo,
Ni por qué,
Ni donde,
Y de pronto
Sentí profetizar los sentimientos
Y aún más:
¡Mirar en donde solo pocos miran!





TIEMPO

Que no sé
Si eres para mí
O para el destino.
Cómo olvidarte
Si la cibernética
No me deja morir
Otra vez
En cada instante?

No tiempo,
¡No!
Mejor llamarte mujer
Para olvidarte
Y sentirme obsesionado.




DEFINICIÓN DEL TIEMPO

Un año,
Diez,
Cien,
Mil,
Son como un despertar
Después de cada instante
En el que pasó un morboso día
Y nació,
Creció,
Y murió una esperanza.



DELIRIO

Hoy
he sufrido otro temblor
con proporciones de gritos
que resbalan deshechos
por laberintos,
por calles cargadas de basura
y al estruendo
de tarros
y de pitos,
ha tomado una dimensión
exacta como ayer.





EN EL SUR

Todo poeta en el Sur,
Revienta las palabras
Y adquiere un nombre
Parecido al suyo
Como arma de doble filo.
Tiene una intuición
Casi precisa,
Para decir las cosas,
Con un millón de tropiezos prefabricados
Por horadar al tedio
Y sujetar
Manzanas azules en las manos.


INVIERNO

Vendrá un invierno
Mudo y gris sobre nosotros,
Y sentiremos frío,
Necesidad de compartir todo:
Odio y miseria.
Nos propondremos
Cambiar con el diluvio,
Para ser claros
Con la libertad
Sobre los hombros.
Será un invierno de noticias,
De bayonetas,
De palabras,
De piernas y brazos.
Un invierno
Dentro y fuera de la piel
Para cada país
De nuestra América.





CARNAVAL

Despierta el alma en el reloj,
Las ocho
O medio día
Qué importa?
La alegría sonámbula
En las calles,
Faroles de sonrisas tras las máscaras,
Nuestro cielo,
Poblado de fantasmas
Y olvidamos esta vez,
Que Dios nos recuerda
Y nos perdona
Mientras limpiamos
Paredes con ceniza.



ORACIÓN

Que nazca mi patria
O que despierte temprano
Dónde nace
Y donde despierta la libertad.
Que la verdad sea impoluta
Y que en todos florezca,
Que retorne el fiel propósito de vivir.
Que brille la razón en la conciencia
Que nazca,
Como la inmoralidad,
Que no haya más absurdo
Y que mi canción,
Sea más triste
Cuando tu sonrías,
Una vez frente al camino
Y que detrás de todo,
Cante más,
Y más implore.



ACERCAMIENTO A LA VIDA

Quiero sembrar la paz
Aunque no la conozco
Con este canto de triturado
Y de cemento
Y asimilar la vida
Que grita bajo el surco
Con rostro de miseria,
Harapienta,
Oliendo a semen la cintura
O amamantando
Un sueño de tiempo bajo el vientre
A esperas
Que se asome la muerte
Con sus tantas vidas
U obviando al hijo,
Que nacerá con miedo.
Y la pseudo paz
Y la pseudo libertad
Son como una imitación
del vacío
que estalla los pulmones de las
calles
De las espigas,
Que evocan el canto de otros trigos,
De mieles de insomnio,
De redes de silencio,
De la muerte prófuga
Que avanza por el vitral del tiempo
De pájaros raptados por la luz
Que cuelga de mi pecho su mordaza,
De aventura,
De pescador perseguido
Por el poderío del hambre,
Sobre la piel del océano.
Junto al páramo,
Me tiendo como el aire sin frontera,
Con la hoz no imposible
Que aún trilla los campos
Pescando el sonido seco
De las puertas
Que se cierran herméticamente
Para hacerme olvidar
O simplemente,
Para convencerme
De la estupidez del tirano.





AVENIDA 1001

A mi hijo Carlos Esteban

Donde la libertad es penitente
Y penitente el silencio de los libros
Y las hojas mastican
La canción penetrante
De las alas del viento
Y allá a lo lejos,
En el bosque profundo,
Las aves y los dioses,
Juegan con señales de fuego.
Aquí o allá,
Sobre el hueco cavernoso de mis ínsulas,
Me preparo,
A la infinita soledad de las palabras
Y hago pensar mis manos,
Al compás folklórico del tiempo,
Y de la luz matinal
Que acude
A mis exilios interiores.
Clavo los ojos,
Me separo de los días,
Mas allá de las horas
En donde los minutos
Son salmos que fusilan.





A LA NATURALEZA SENCILLA

Mujer,
Que no te cansas,
De formarme las palabras.
Cigarrillo,
Que enciende en mis manos
Sólo un fósforo.
Dolor,
Que vas sembrando en mi trigal tus amapolas.
Canción
Que en el arpegio de mi boca:
Vas muriendo,
¡Levántate!
Golpea en la cuerda de la vida,
En la garganta,
¡Salta!
¡Vibra!
Borra el pálido suspiro de esta Hoguera;
En éste instante,
Tiñe de azul
La paz como las flores.
Semilla,
Que de mi torcida,
Te levantas,
Niño vencido que aún no piensas,
Que te guía una mano:
escucha levemente mi sonrisa
Que me muero de envidia
Al verte sonreír.
Amigo,
Que te levantas conmigo
a recorrer la tierra
toma mi pan
que aún no ha perdido
su vocación de hambre
palabra ardiente poesía o sombra ,
lleva mis ojos de humo
allá donde ni la tierra,
ni el alfabeto no tenga dueños,
sean desposeídos,
allá donde tú seas igual a mí:
¡Paisaje y sombra !



AHORA

Ahora que ves
Un muelle interminable
Entre la brevedad de la tarde
Y el tiempo de esta brisa.
Ahora que el insomnio
Taladra una red.
De espumas sagitarias,
Has comenzado a comprender
Que el hambre es la misma
En Barbacoas que en Londres ,
En Bogotá que en Tumaco,
Ahora que el agua
De momento me ha mojado la palabra,
Yo me dejo ahogar
En la realidad de su canto.



APOCALIPSIS

Aquí en mis manos
Ya pasó la dilatada huella del sudor
Sin embargo,
Mi cuerpo huele a tierra,
A pan amargo,
Y he aceptado
La verdad de un dolor repetido,
Para sentirlo en la piel,
Como un blanco perfecto de la muerte que teme
Que encierra la vida
En cuerpos apretados de risa y de materia,
Que me asusta
Con los gritos de fuego,
Que me patea los testículos,
Que me escupe,
Que me lincha la palabra ,
Que persigue su sombra,
Que viola su otro yo
Para poder sobrevivir a su naufragio
De tiempo y de miseria.


NO TEMAS

No temas,
Deslucido paisaje de mi rostro,
Cuaderno en donde enmarco mi sonrisa
No temas.
Soy una máscara
De los espejos muertos.
No teman:
Piel,
Pupilas,
Párpados,
Pequeños ojos,
Desmedida boca;
No temas,
Que no soy el primero
En encontrarme frente a frente.


EGO SUM

Ahora soy un animal débil
Que humedece en la boca
La fórmula de un grito.
Soy un animal cansado,
Tendido boca arriba,
Que reinicia la tregua,
Que cruza sus manos
Por la frente y ora,
Jamás tuve tanto
Valor en los pulmones,
Ahora comprendes:
Soy una antítesis
Que destruye tu dogma
Y te edifica: ¡tiempo!.


COLOMBIA

Estoy hastiado de ver cada mirada,
Envuelta en un jirón que nada pesa
Y cansado de ver que alguien regresa,
Fatigado de siempre no hacer nada.

¡Y ya no puedo más, no puedo menos!,
Solo calmar mi sangre alborotada,
Brotando de la herida de una espada
De penas, amarguras y venenos.

Mi pueblo como plomo, come guerra
Y de almuerzo un fusil sobre la hoguera
Donde se quema el alma callejera,
Que cultiva los surcos de mi tierra.

“Camino, sigo, canto, callo y caigo,”
Mirándome por fuera consumido,
Mirándome por dentro enardecido,
Cual viva antorcha que por dentro traigo.

Y cada pueblo con plomo nos espera
Y nos apuntan artistas derrotados
Que devuelven sus balas si hay soldados
En la falange de la hueste obrera.

Mas, nunca callaré como el poeta,
Lucharé con la tinta y con la pluma
Y gritaré escribiendo entre la bruma
De la guerra, la tumba y la trompeta.

¡Colombia! Quise amarte con la gloria
y hoy miro marchitado tu secreto
de ignominioso crimen indiscreto
que corre por los ríos de tu historia.

¡Colombia! Por ti canto, por ti escribo,
porque luchas y piensas y floreces
en tu indomable musa de cipreses
entre el fusil la espada y el olivo.


CAPITULO II

El agua turbia del silencio,
no mezclara jamás tu voz
con el olvido.

Elkin Restrepo


ESCUCHA

No te vayas
Que aún tengo una pena que contarte,
Quédate
En el vértice de tus ojos
Con mi tierra,
Escucha mi corazón:
Aquí también palpita el mundo
Y en tu cuerpo,
Está trazado mi camino.
No te vayas,
Que voy a sentir en tu vientre
La fuerza con que crujen mis montañas,
No te vayas
O mejor
Llévate este último poema
Impregnado en la esquina del olvido.


ME HAGO UNA MÚSICA

Me hago una música distinta
que es mía
y que es ajena
con un instinto,
que no alcanza a sujetar
el arpegio que desprende tu Guitarra
Me hago una música distinta
Con las profanas notas
De los muslos
Caídos en la noche.


CUANDO SEAS MIA

Cuando seas mía,
Atravesaré la frontera
De tu piel y de tus ojos
Cuando tu voz
Con mi palabra se unan.
Veré por tu mirada,
En el fulgor de las estrellas
Y correré por tus venas con tu sangre
Para arribar
En todos los extremos utópicos
Del alma,
De la vida
Y de la muerte.


SU VOZ

De pronto,
En medio de la brisa,
Está su voz
Transgrediendo el aire
Que junto al mar respiro.
Sin darnos cuenta,
Dejamos escapar
Gritos desencadenados
Y vacías nuestras almas
Con sus mil Kilo-ausencias,
Quisieran entenderse mejor
Y armar una voz fuerte
En todos los lenguajes
Y callarnos de repente
Sin saber cómo
Ni cuándo.


NOSTALGIA

Algo se quedó en mí
Y bajo la lluvia,
Me gustaba enredarte los Cabellos.
Y dejé que la mirada
Te busque en la alta noche
Con las palabras rotas por el agua
O por la gris ciudad
De algún recuerdo.
Algo se quedó en mi
Y bajo la lluvia,
Somos dos estatuas
Que en el parque se derrumban.


AL MUNDO TE DEVUELVO

Yo te alejé hacia mí,
De todo te alejé.
Te saqué del mundo,
Al mundo te devuelvo,
En el momento ciego,
Con mis cerrados ojos,
Amorfa te saqué
Y exacta te devuelvo.
Corrimos por la vida
Por sus extensos caminos,
Y hoy con amargura
Te miro regresar.
Yo te aleje hacia mí,
Hacia mi mundo extraño,
Más, como eres del mundo,
Al mundo te devuelvo.
En ti amarré silencios,
Nostalgia y pesadumbre
Y combiné el deseo,
El fuego y el amor.
Te entrego dolorosa
Con mi dolor profundo
De mi te llevas todo,
Toda mi destrucción


MAÑANA APRENDERÁS

Mañana aprenderás
Todo lo que yo no te he dicho,
Lo sabrás,
De la ardiente piel
Y de la rosa de cenizas
Que en mis manos se cultiva.
Aprenderás,
A conjugar fraguas del olvido,
A recorrer mi cuerpo,
Marcado por las espinas
Del tiempo y de los besos.
Serás diferente,
Nueva,
Con un nuevo rumor
Y una nueva guerra;
Te verás vencida por mis ojos
Con la frente silenciosa
Escuchando mis pasos
Y los pasos del mundo.
Verás que la noche también
Tiñe de plata
Nuestra palabra oscura.
Todo lo sabrás
Con un lenguaje mudo
Y una muda mirada.


EXPLICACIÓN

No estoy ignorando tu sonrisa
Ni maltratando
Con esta somnolencia,
Lo que puede ser
Esa dulce idea
Simple y sencilla
Que germinará en tus labios
De jazmín y de violeta.
No amor,
Solo divago en la penumbra
De un pobre loco
Que amanece con sueño
Y esculpe tu sonrisa
Con acuarela de tus párpados
Para sentirse infinita como el Viento,
Como un poema azul
O como esta pluma.


GEOGRAFÍA DE TU CUERPO

Geografía de tu cuerpo
Brusco entre la noche,
Exploración profunda
En otra atmósfera.
Cuerpo de copa,
Espumas gruesas de piel sobre La arena.
Manantial de rosas,
Crepitación nocturna y silenciosa.
Trasparencia de agua cristalina,
Fría y fresca
Ojo de mar
Por donde vi peces hender
Y huir veloces
Miro la efigie de tu cuerpo
En esta guerra de momentos,
Arrebatar la fantasía
De mis azules montañas.
Eres tú,
Es tu cuerpo
Y la desesperación de otro
Quienes abrazan
Viejas huellas
Con un nuevo furor
Eres tú,
Esa boca agredida por mi boca,
Es tu cuerpo de campana
Quien se agita
Como mi cuerpo mayúsculo
En la nada,
Trastocando las paredes viejas
Con su acento de lluvia y
De ventana.
Eres tú,
Sólo garganta de los árboles
Que cantan.
Eres tú,
Solo ternura que borró mi mano
Sin desearlo.
Oh, ¡tú!
Ya nada de misterio,
Nada queda
Ni la humana redención
De un tenue beso.


YO SOLO TE DESEO

Yo sólo te deseo,
Por eso te persigo en la palabra,
Te deseo más cuando suspiras,
Cuando vienes a mí
Y cuando te callas.
Yo solo te deseo
Cuando vuela mi eco en la distancia
Cuando me llamas tiempo,
Cuando me nombras Carlos.
Yo solo te deseo
Cuando te vuelves sombra
Tras mi viajera pluma,
Yo solo te deseo y te amo
Más te deseo


GAVIOTA

Espérame en el mar
Allá escondida,
Aprendiendo su áspero lenguaje
O bordando
Un pez plateado con su risa,
Espérame en la lluvia,
En todo eco,
En el sombrío puerto
Que naufraga
En medio de tu pelo
Y de tu risa.
Espérame en la noche
En su negrura
Que voy gritando sólo y libre
Que eres mía
Y que te encontré lejana
Como todo lo que amo
Y que pretendo.
Espérame absorta,
Ávida
E inmensa
Que voy con nuevas rémoras,
Con estoicismo
En busca de otro mar
Por el océano.


URDIMBRE

Zurcimos este amor
Con andrajosos
Sentimientos del pasado.
Ahora
Solo queda,
Una colcha de retazos
Con inservibles
Puntadas de silencio.


CONFIDENCIA EN EL MAR

Ven al mar conmigo, ¡mujer!
Que estoy cansado,
Muy cansado,
Me estoy yendo de bruces
Por el tiempo
De tu rostro
Y de tus manos.
Ven al mar conmigo, ¡mujer!
Que tengo un corazón solitario
En esta playa del mundo,
Donde no soy
Donde no existo,
Donde navego
Con tu voz ligera y frágil,
Donde te calla mi cuerpo
Y reducido y abyecto,
Donde mi voz
Se bebe a gritos
La última embriagues de su silencio
No hemos sido, ¡mujer!
Hemos vivido
Mordiendo un mar dilatado
En cada orilla
Con el amor más necesario
De la tierra
O con el afán más imprudente
De este mundo.
Ven y abriga mi cuerpo
Y mi palabra.
Ven que estoy pensándote en silencio
Tratando de encontrarte adherida
En la soledad de un libro
Y aquí estas,
Desde el primer instante
En que te llame ternura.
Aquí estamos,
Frente a esta turbia realidad vegetal.
De tierra y agua
Que nos llama.
Aquí estamos insomnes y olvidados,
Frente a un mar que no existe,
Que se ha ido
Aquí estamos ¡mujer!
Con la carne expuesta
Al desamparo de los cuerpos.
Aquí estamos
Entre una falsa paz
Y corbatines mediocres.
Aquí estamos
Con la carne dolida,
Con los huesos dolidos
Con los pies cansados
con un brazo en la oscuridad
y otro en la muerte
ven hasta mi soledad, ¡mujer!
Y en ella,
Descubrirás mi asombro
Como un telar viejo
Como un obrero cansado,
Como un canasto roto
Como mi pecho.
Ven y abriga mi cuerpo
Y mi palabra.
Aquí estamos, ¡mujer!
Frente a un mar que no existe,
Que se ha ido
Y no ocultamos
La estupidez del miedo
Que tantas veces
Nos asustó en el parque.
Aquí estamos
Como Ronald Francisco,
Guardándome la última huella
De la casa.
Como Paula Natalia
Que borda su pez plateado
Con su risa
Aquí estamos,
Esperando que copule la rosa
O que selles
La pequeña libertad de mis labios
Con un beso.


A VECES

A veces el amor no pudo ser
Ni pude ver la luna
Una noche cualquiera.
Me acostumbré a bogar
Contra la corriente
Y río arriba;
Me confundí con la borrasca
Y su palo de agua
Y en medio de la niebla:
Desnudo,
Como un pequeño Dios
Petrificado de asombro;
Canté
Y salté,
Y mi grito es ahora
Una carcajada de tiempo
Que se diluye pausadamente
En su quietud de gota de agua
Reventada aquí en mi cuerpo.


SAUDADE I

En principio fue el agua
O las saudades del mar
Bajo los puentes,
Luego entro la brisa,
Saltando,
Salpicando,
Y juntos ya en el agua
Compacta de los cuerpos,
Mitigamos un poco
De esa risa interior
Que nos lastimó tanto,
Que aún nos duele
Bajo una telaraña
De tiempo que no existe.


SAUDADE II

La tarde
Es una prolongación
Inmisericorde del silencio,
Otea los tejados
Y en cada esquina,
Dispersa los murmullos sonoros de la sombra.
La brisa entra descalza
Y se expande
Por los umbrales viejos de la casa.
Soy un rumor de tiempo desmedido
Anclado en cada orilla,
En cada puerto
Con un espejo en frente que me acusa.
Es tarde,
Muy tarde,
¡Y el día se extrémese en mis ojos!
Mi piel asume un color ocre
De barco abandonado.
Tiro la red sobre un desierto de agua
Que bebió en silencio
El llanto de sus náufragos.


SAUDADE III

Un día te fui buscando
De repente y sin medida
Hasta encontrarme sólo,
Imaginándome tus ojos,
En los ojos de un río interior
Que va fraguando levemente,
Gota a gota,
La absurda dialéctica del sueño.
Y entre tanta pesadilla
Fui creciendo
Y reconstruí mi vocablo de agua,
Y amarré a mi sed,
Tu sed de destrucción y fuego.


SOLILOQUIO

Dame la mano
Que así podré caminar
Un poco más tranquilo,
Átame los brazos,
¡Déjame sólo!
¿Acaso no escuchas el cosquilleo,
ni miras las diéresis
que dan luz a las palabras?
Ven y abrázame
Para no destruir los fantasmas
Psicodélicos del pensamiento.
Ven, me siento ¡sólo!
Ven, me tengo ¡hastío!
Ven y háblame con fuerza,
Que la soledad
Nos está separando,
Con distancia de sangre.
Siento tu cuerpo junto al mío
Como el ultimo orgasmo;
No digas nada por favor, ¡calla!
Y regálame esa flor
Que está asomándose
En tus labios.


RETORNO

Volver a ti y en la cansada noche,
en esta tibia noche lisonjera
el cálido rumor que allí me espera,
en clara vanidad y sin reproche.

Volver a ti con desolado abrigo,
es retornar a muslos de mi aliento,
donde tu boca fue país del viento
y una tierra voraz para mi trigo.

Volver para auscultarme en el camino,
de tus manos disueltas en la nada
y bajo un temblor augusto, tu mirada,
buscará en mi cuerpo su destino.

Serás tierra vacía entre mis venas,
serás rio crecido en mis efluvios
sobre la piel se arrastran los diluvios
del manantial cansado de tus penas.

Y marcarán tus pasos mi existencia,
tu vida que germina lentamente,
cual la palabra que calladamente,
murmura lejos, en lejana ausencia.

Yo seré esa sombra que mitiga,
que ama, que grita desolada y triste
y tú serás ese placer que existe,
que calla, que conforta y que castiga.


CAPITULO III

La vida me pidió que combatiera
yo simplemente organicé mi corazón
luchando y levantando la esperanza.

Pablo Neruda

KAREN

A mi hija Karen Estefany

El viento
Trajo tu canción
Abstracta e informal
Como la lluvia,
Mañana enterraremos
Tu alegría
Con sus labios
Recién humedecidos.


INVOCACIÓN PRIMERA

He llegado
al primer encuentro con la vida,
parado en este sur de niños
y de arena,
entreabriendo en la resaca
mi memoria
e invocando en mi cuerpo
un nuevo exilio,
he llegado al primer encuentro
con las manos vacías,
con los nervios tensos,
poco me siento,
no estoy,
solo puedo morderme las palabras
y parar este tedio
de color rojizo que cae pesadamente
aquí en mis manos
con su música de orines
y que me empuja
a caminar más hacia adentro.
Puedo contemplar
Cielos estáticos
Con su labio de fuego,
Mujeres con los senos partidos
Cansados de amamantar el hambre,
De perros cultos
Que mojan una bota
En cada esquina.
Soy un río callado,
Tendido boca abajo y para adentro
Que va ahogando su cintura
Bajo un puente.
Soy un río pequeño
Que salió a la calle
Para beber un poco de tu muerte diaria
“¡Estúpido!,
levántate a morir
ahora que la revolución
Nos lo perdona”.

EN UN LUGAR A SOLAS

Tendido de bruces,
Dejo escapar como bandada de pájaros
La libertad
Hacia otro país donde todo agoniza
Donde el amor palidece
Con un color a muerte
Y cada sombra pasa a ser
Un ente de nuestra verdadera vida
En un lugar a solas
Sobre el final del último crepúsculo,
Devuelvo con temor la adolescencia
Que pasó tanto tiempo inadvertida
en el cesto del dolor
Como frescos y aceitosos frutos
Y la bondad
Que no deja de iluminar los textos,
No me deja
Refugiarme en su camino.
En un lugar a solas,
Hago regresar la libertad,
La paz como las flores
Si ya no cabe
Más entre mis manos,
Un lucero azul cada mañana.


TORRE O ROSA

Levanta torre o rosa,
¡Levanta!
Huye con furor de aroma
O con batalla
De pétalos de piedra.
¡Huye!
Y entonces haya paz,
Amor sin odio
Y pueble la sangre
Nuestras venas
Y haya luz
En el candil del pensamiento.
Torre o rosa,
¡Huye!
Forma una cúspide de letras
En donde aprendamos todos
A silabear la misma guerra:
Un camino.


CADA TARDE

Mi alma como un libro
Se abre cada tarde,
Y cada tarde grita
Mi alma como un libro.
La angustia temblorosa,
Agita mi letargo
Y mis inviernos llueven
Como un libro en las tardes
Te nombro y me estremezco
Por estar siempre triste,
¡Ah, mi honda tristeza!
¡Ah, mi tristeza de mar!
Tengo un dolor inmenso
Cuando muere la tarde,
Y cuando se cierra un libro,
Parezco fallecer.
Voy sembrando palabras,
Borrando cicatrices
De un tiempo desmedido.
Voy diluyendo espacios
Con temblorosas manos.
Mi alma como un libro.

Se abre cada tarde
Y cada tarde grita
Mi alma como un libro.


TARDES

Tardes
Que ocultan
Debajo de un columpio
Sus palabras.
Delgado callejón,
Donde me encuentro.
¡Ah, voyerista de mí mismo!,
¿En qué lugar creció la soledad?


NAUFRAGO

El rostro viaja
Por ciudades de espejos,
Con un silencio cómplice
Que aún guarda espacio
A tanta ausencia,
A tanto desamor
Y hace malabares
Con sus náufragos,
Y besa la oscuridad,
Y el agua
No tiene prisa
de algún modo,
también le perteneces.


CORTAMOS LA MADERA

A Pablo Trejos y
Víctor Hugo Uscategui

Cortamos la madera
Y en la covacha sin luz
Fuimos felices
Aunque sentimos frío.
Mi compañero, Pablo,
Pintaba de esperanza,
Todos los días su casa.
Pedro,
El pescador,
Tendía la red
Sobre el lomo de la calle
Junto a los últimos cardúmenes del día.
Mis hijos
Mi mujer y yo,
Armábamos la algarabía más grande
Cuando hubo que comer,
Ahora somos menos felices
Y todo sigue igual.


VIDA

Vienes a mi como la tarde, vida;
Desdentada y húmeda;
Como la sombra
Me persigues por doquier.
No puedo respirar
Sin tu presencia.
Vida: vaca loca,
Testaferro de mis sueños,
Comodín de juego reinventado
Por algún payaso
De circo pobre.
Vienes a mi
Y me posees
Mi sarnosa mía
Esperpento de ciudad gomela
Tienes más años que los ríos,
Tartamuda, sorda,
¡Fea!
Me expulsas de tus brazos
Cuando quieres
Y vuelves y me increpas
Y escupes tu ponzoña
Sobre cualquier pared
Para que no me arrime.
Contoneas tu cintura
Y te burlas
Te crees irresistible,
Apestosa,
Trabalenguas de poliglota borracho
Vienes a mí como la tarde
Y te desnudas
Y sacias tu hartazgo
Y tu bulimia.
Centinela de motel de mala muerte,
Resbaladiza y hostil,
Deja que en cambio
yo ahora te bese
mi caja de cristal,
mi recontra mía.
A veces
Yo solía reírme de tu larga cabellera,
Y te mechonee,
Te hice llorar,
Te eché a la basura,
Te ausenté tantas veces
Y simplemente,
Regresabas a besarme los pies
Y yo en silencio;
Te pisaba la lengua
Para que no me llames.
¿Cuantas veces
nos quedamos parados
en una esquina disimulando,
la orfandad de nuestro encuentro?
Vida,
Entre tú y yo,
Ya no hay remedio,
Somos tal cual,
El uno para el otro.
Ven vida
Salgamos y embriaguémonos
Hasta quedar uno en cima del otro
Porque te confieso, vida:
Que yo sin ti soy un don nadie.


DESPLAZADO

Llegó a vivir
Sobre esta tierra
Que a todos pertenece.
Del plan Colombia,
Mendiga su ración de hambre.
De la ciudad,
Adopta su picardía;
Vende dulces
A la vuelta de la esquina.
Duerme bajo un puente
Con el escandaloso
Ruido del silencio.


VALENTINA I

A mi hija Valentina

Me acostumbré
A mimarte,
A mirarte de cerca entre mis brazos,
Pequeña niña mía
Vienes a mi como la tarde
Con tu risa fresca,
Envuelta entre el abrazo
Y la caricia
Y así como inventamos
Un sueño no soñado,
Deja que yo te dé
Los besos que aún no he dado.


VALENTINA II

Pedazo ingenuo de mi ser,
Que camina descalza
Debajo de mi piel
Sin el lactar silencioso
De los brazos caídos.


COMO FRUTOS

Racimo cuajado
De frutos que no entiendo,
Ojos que brillan verdes,
Azules,
O rudos
Y que me dejan saborear un pánico
Como una mujer,
Su terrible hermosura.
Yo no entiendo más
Que consignas de calendarios,
De señales inseguras
De campanas sacudidas
Con temblor de terremotos
Y de besos
Y sonrisas;
Que penden del árbol gigante de la vida
Que sin poder ser,
Me deja oír
El estruendo de su muerte
Con relámpagos de silencios
Silencio de mujeres prostitutas
Que aún no tienen quince años,
De faroles y luces,
De voces sin sonidos,
De jóvenes desorbitados,
De pequeñas
Y grandes sofismas.
La ilusión también
Se nos cuaja como frutos
El crecer se detiene
Entre ramas y raíces
Para dar paso a la iniquidad
Que como savia fecunda,
Vierte
Fatiga
Y desespera
Y el viento como huracán,
Arrastra todo
Y queda un río
Tapizado de amargura
Mientras de la boca
De un niño recién parido,
Surge llorando una paloma.


FUI SOLO UN DESEO

Fui sólo un deseo,
Poderoso de asombro,
Un sembrador de horas taciturnas
De tiempo humedecido
Debajo de un imperio
De alargadas palabras,
De horas que se mecen
Como viento y marea,
Como dardo o fuego,
Como oración o signo.
No tuve más señal que tus brazos
En actitud de entrega
Y fui un pequeño náufrago,
Levitando en espumas
De un mar enrarecido.
En ti sembré palabras
De infinita tristeza
Y la atroz venganza
Te acogió entre mis brazos.
No se cómo pude escapar
Del delirio del beso.
Como la sombra tremola,
Hui entre la claridad
Del amor que perdona Y la resbaladiza
Soledad del silencio.


CUANDO SEAMOS LIBRES

Cuando seamos libres,
Veremos deportistas
Cubriendo los estadios,
Los hospitales
Cerrarán sus puertas
Saciados de salud
Y las mujeres lavanderas
Colgarán optimistas
La ropa en los alambres;
Los obreros sembrarán sus palabras
En la mesa directiva,
Se acabarán las huelgas
Porque hasta en los potreros
Estarán pacientes nuestras vacas.


POEMA COTIDIANO

Todo ruge:
El viento, el mar y la montaña.
Todo gime:
El hombre, la tierra y la esperanza.
Todo finge:
La amistad, el noviazgo y la promesa.
Todo arruga:
La falsedad, la miseria y el desprecio.
Todo hiere:
El clavel, el fusil y la espada.
Todos cantan:
La bondad, el olvido y el esfuerzo.
Todos luchan:
El que piensa, el que trabaja y el que estudia.
Todos gritan:
El vencido, el explotado y el obrero.


URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS