Se encerró en cuatro paredes de carne , evitaba el cielo espejado,
y no quiso toparse con un rayo del señor sol.

Quiso amarse, quiso abrazarse, quiso… 
Solamente mil  noches de invierno. Sus flacuchas piernas, temblaban 
por causa de la soledad…

En su mente contemplaba tardes y noches del pasado; tan pasados,
que los recuerdos se hicieron de triste aburrimiento. Ni una llamada , 
ni un sms, el WhatsApp desconectado, y su Instagram entristecido por 
ya no ver la belleza de sus fotos, de cabeza a pies y de pies a cabeza. 

Ella enfrió su corazón, enlutó su mirar y su sonrisa doblegó la alegría… 
En los momentos menos oportunos; el tipo que un día le dijo: 
«Nunca te voy a dejar» 
pero ella le respondió: 

«No eres de mi correspondencia yo amo ha alguien, y ese alguien no eres tú» 

¿Dónde está ese alguien que prometió amarte?
¿En qué esquina te lo robaron ? 
¡Hoy ya no ríes! ¡Solo lloras en tus cuartos vacíos!


Él que un día fue rechazado; regresa para suavizar las tormenta  
de su amada… Ella lo evita. Él intenta. Ella lo aleja. Él se acerca.
Ella le cierra la puerta. Él se escabulle por la ventana. Ella le dice: 
Vete. Él le responde: no, no y no. 

Ella le tira una pregunta:-¿Por qué yo?
Él le responde: -Me dueles, con el simple echo de verte dolida, 
y entristecida en tu propio circulo. 

Ella le grita: -¡Veté! 
Él le clama: -¡No me iré!… ¿Por qué lloras? 
Ella titubea, ella se decae… Él se acerca , él la abraza, él la siente fría. 
¿Qué te han echo?

El calor derritió el frío de su pecho.
Ella llora como una niña de 10 años.
Él la resguarda hasta que encuentre de nuevo la luz del señor sol. 

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