En realidad, parece que no hay un lugar específico en mi casa que sea de mi preferencia,

tal vez la pequeña pieza donde está el televisor, que es además nuestro de comedor de diario, podría ser un poco preferente, pues en las horas de almuerzo u onces, comentamos con mi esposa, los acontecimientos ocurridos ese dia, o quizás la cocina, sobre todo cuando se acerca la navidad, dónde fabricamos galletas y pan de pascua, o a lo mejor el pequeño antejardín, cuando nos preocupamos con mi esposa, dé alguna planta que no está bien o disfrutamos de la belleza de una flor, o el dormitorio, cuándo estoy muy cansado, y me tiendo en mi cama esperando que llegue el sueño, la verdad no hay un lugar en mi casa en el cual no me sienta cómodo, o acaso cuando me siento en mi mesita, frente al computador, y frente a el escarbo los recuerdos, cuando escribo algo de mi biografia,o cuando dejo volar la imaginación, para buscar o crear los personajes de algún cuento, revisar sus anhelos y problemas, en una vida o circunstancia que yo mismo he ideado, cuando el hada de la creatividad, me favorece con su presencia, o a veces los recuerdos se remontan muy atrás en mi pasado, y me traen el aroma de manjares de mi infancia, o la pelota esquiva que no pude atrapar, en la pichanga que perdimos por mi culpa, o el volantín que construí y logre hacerlo volar más alto que todos, o los olores de la cocina de mi abuela en mi primera infancia, o el ruido incesante de la máquina de coser, en mis oídos, cuando me dormía siendo muy niño. En realidad, podría ser este mi lugar preferido, donde me conecto con mundos irreales y fantásticos, donde deambulan personas imaginarias, cuando escarbando mis recuerdos, aparece ante mi toda mi vida pasada, cómo una película muda donde caminan personas que ya se fueron. Si este es mi lugar favorito.

Hector Cisterna.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS