La Patrulla del Condominio

Era un pequeño condominio de doce casas, ubicado en la parte este de la ciudad.Lo habitaban familias de clase media de las más diversas condiciones, había matrimonios de jubilados, un matrimonio de profesores que vivían con su madre, un jubilado bancario, un jardinero que trabajaba en el barrio más alto, en fin, sus habitantes eran muy heterogéneos, pero tenían algo en común, todos tenían mascota, la mayoría perros, los había de las diferentes razas. Los profesores tenían una pareja de dálmatas, llamados Tom y Jacinta, el jubilado bancario era dueño de un gran danés llamado Don Alberto, el jardinero tenía un pastor alemán de nombre Titan, la señora Rosita que vivía con su hija, tenía una Poodle llamada Dorothy, en otra casa tenían una pareja de terrier, un ex detective tenía un Golden de nombre Balti.

Los perros también tenían su vida fuera de casa, en las tardes se juntaban en una pequeña plazoleta que había en la mitad del condominio, ahí se contaban entre ellos las novedades del día:

  • A mi casa llego un televisor bien grande, dijo don Alberto
  • a mi ama se le cayó un cuadro del comedor y el amo estaba muy enojado dijo Tom
  • a mí me están tejiendo un chaleco para el invierno, comentó Dorothy

Y así todas las tardes se juntaban a conversar sobre lo que pasaba en sus casas, a veces se les unía un perro de raza indefinida, cómo una mescla de pastor y labrador, era un perro de calle que se ufanaba de eso, tenía por nombre Cachafaz según el mismo decía, recorría otros barrios de la ciudad, y les contaba sus aventuras, qué los demás escuchaban entretenidos y con cierta envidia. Así pasaban los días tranquilos con los perros atentos a todo lo que sucedía, ellos conocían a toda la gente, al cartero, al vendedor de escobas, al repartidor de pan, etc. Si algún extraño pasaba, lo seguían atentos y a distancia, hasta que salía de sus dominios.

Ese día estaban empezando a reunirse, cuando llegó Dorothy corriendo desesperada y ladrando “algo le paso a la Rosita, algo le paso a la Rosita”. Todos empezaron a ladrar frente a la casa de Rosita, Balti corrió donde su amo, el detective y ladro hasta que este salió de casa, enseguida corrió hacia la casa de Rosita, él detective lo siguió, al ver a todos los perros frente a la casa, intuyó que algo raro había, abrió la puerta y vio a Rosita tendida en el piso, rápidamente llamo una ambulancia, mientras trataba de reanimarla, afortunadamente la ambulancia llego rápido y la llevo a la clínica, la acompaño la profesora, mientras el detective se comunicaba con la hija. Todos los vecinos se preguntaban ¿cómo supieron los perros?, nadie tenía una explicación, gracias a ello Rosita se había salvado.

A las tertulias diarias se habían incorporado una pareja de labradores, ellos venían de un barrio cercano en donde casi no había perros, así que recorriendo las calles dieron con el condominio y la reunión diaria de perros, y les pareció atractivo poder conversar con alguien de su especie.

Paso una semana, estaban a punto de reunirse, cuando trajeron a Rosita de vuelta a casa, sé veía bien, todos se alegraron, especialmente Dorothy que la echaba mucho de menos,

  • se mejoró la viejita dijo Cachafaz,
  • la señora se dice, corrigió Titan, modera tu vocabulario
  • bueno ya la señora, pero no te enojes, respondió Cachafaz.

Los recién incorporados obedecían a los nombres de Capitán y Tania, se diferenciaban de los del condominio por llevar vistosos collares anchos con incrustaciones metálicas y algunos cristales, lo que los hacia muy vistosos,

  • y que hacen tus amos, pregunto, Don Alberto
  • compran y venden autos, respondió capitán
  • ¿y ganan mucha plata?, preguntó Balti
  • creo que si, por que casi todas las semanas hacen fiesta e invitan a algunos amigos jóvenes, respondió Tania
  • ¿y toman? interrogo Cachafaz
  • también toman y fuman, respondió Capitán, fuman unos cigarros grandes y a veces se ponen en la nariz un polvito blanco, y ahí bailan y cantan, hasta que se cansan
  • eso es droga dijo Cachafaz, son narcos
  • no, dijo Tania, ellos son buenas personas lo que pasa es que son alegres
  • insisto son traficantes dijo Cachafaz
  • mis amos son buenos, no atorrantes como tú, lo enfrentó Capitán

ante la posibilidad de una pelea, intervino Titan diciendo, lo que pasa es que Cachafaz anda por muchas partes y a veces confunde a las personas Cachafaz lo miro y dijo, son traficantes y se fue corriendo.

La conversación siguió con otros temas, hasta que llegó el momento de retirarse.

Los días en el condominio, pasaban tranquilos, después del episodio de Rosita, todos querían más a sus perros.

Una tarde cuando ya estaba oscureciendo y la reunión había terminado, solo quedaban en la plaza Don Alberto, Titan y Cachafaz, en ese momento aparecieron jadeando, Capitán y Tania, y relataron que había una fiesta en la casa y después de bailar un rato uno de los jóvenes que estaban ahí, se puso un poco de polvo blanco en la nariz y al rato después se desmayó, lo vio uno de los hombres y dijo que estaba muerto, la dueña de casa dijo que los sacaran, y dos hombres lo tomaron y lo llevaron al patio trasero, lo pusieron en la maleta de un auto viejo que hay ahí, terminaron su relato jadeantes y asustados.

  • Yo lo dije, ladro Cachafaz, son narcos, hay que dar una alarma general

los cinco empezaron a ladrar y aullar y empezaron a correr con Tania y Capitán como guías, él detective que en ese momento estaba regando su jardín, vio salir a su perro velozmente, algo raro pasa se dijo, sacó rápidamente su auto, y siguió a los perros, le llamo la atención que la cantidad de perros en carrera aumentaba, cuando llego a la casa donde estaban los perros estos eran más de cincuenta, ladrando frente a la puerta, entonces saco su teléfono, llamó a la comisaria y luego de identificarse, pidió que mandaran una patrulla a la dirección, pues algo raro estaba ocurriendo ahí.

La puerta de la casa seguía cerrada, dentro los hombres estaban desconcertados, sin atreverse a salir. En ese momento llego una patrulla con seis carabineros. Cuando vieron el espectáculo quedaron asombrados, más de cincuenta perros ladraban frente a la puerta de la casa. Primero tuvieron temor de que los perros los atacaran, por fin uno se atrevió, sé bajo con su pistola en la mano, pero los perros le dejaron el paso libre hasta la puerta, en vista de lo cual descendieron los otros cinco, ya en la puerta gritaron fuerte ¡abran la puerta es la policía!, como no hubo respuesta, el carabinero volvió a gritar ¡abran o derribaremos la puerta!, sé escucharon unos pasos y la puerta se entreabrió, en ese momento todos los perros entraron en tropel, derribando al que había abierto la puerta, un grupo grande se dirigió a la casa, mientras Capitán y Tania fueron al patio trasero y se pusieron a ladrar en la parte trasera del auto allí estacionado, a uno de los carabineros esto le llamo la atención y fue hasta el auto, cómo los perros siguieran ladrando. abrió la maleta y grande fue su sorpresa al encontrar ahí un cadáver, dio cuenta al jefe de la patrulla, los seis carabineros se dirigieron a la casa, pasando entre el gran grupo de perros ladrando la gente que estaba dentro no se atrevía a salir de la casa, los detuvieron a todos, llamarón para que mandaran un furgón para trasladar a los detenidos.

Les llamó la atención que tres perros siguieran ladrando en el patio, frente a lo que parecía una bodega, él jefe de la patrulla con otro carabinero fueron hasta allí, capaz que hallemos otro cadáver dijo, abrió la puerta y encendió una linterna, no había cadáver alguno, pero si un montón de pequeños sacos, Tania y Capitán se lanzaron sobre los sacos y empezaron a rasguñarlos con sus patas, uno de ellos se rompió y de él salió un polvo blanco, él jefe se inclinó tomo con un dedo una pisca del polvo y lo llevo a su boca, cresta, parece cocaína dijo, llama a narcóticos que manden gente, esto parece ser una buena cantidad.

Frente a la casa se había juntado un grupo de vecinos curiosos, en ese momento, llegó el furgón, subieron en el a los seis hombres y se los llevaron. En la calle poco a poco el grupo de perros empezó a dispersarse, sólo quedaron dentro de la propiedad Capitán, Tania, Titan y Cachafaz, un rato después llego la brigada de narcóticos, hicieron cercar y cerrar el contorno de la propiedad, todos tuvieron que salir, sólo Capitán y Tania se quedaron ahí, era su casa. Titan y Cachafaz emprendieron camino en dirección al condominio, en la calle solo algunos curiosos permanecían, esperando enterarse de lo acontecido, ningún perro, la misión se había terminado para ellos, la policía haría el resto. Durante la caminata de vuelta, Cachafaz le dijo a Titan, té dije que eran narcos y no me creíste, yo tengo más calle que tú, Titan guardo silencio y siguió caminando. Cuando llegaron al condominio, ya era tarde, todos estaban en sus casas, Titan se despidió de Cachafaz, entró en su casa, mientras su amigo siguió caminando en dirección a los barrios más alejados, donde él tenía sus propios dominios.

En la mañana siguiente, los periódicos publicaban la noticia en primera plana.

EJERCITO DE PERROS DESCUBRE GUARIDA DE TRAFICANTES Y ENCUENTRAN GRAN CANTIDAD DE DROGA:

En la tarde en el condominio se reunió un grupo de vecinos a comentar la noticia,

El detective les conto como siguiendo a los perros había llegado al sitio del suceso, lo que no logro explicarme dijo, es como cresta los perros supieron que ahí había droga, Titan, Jacinta, Tom, Balti, y los demás escuchaban sonrientes los comentarios.

La tranquilidad reinaba en el condominio, todas las tardes los perros se reunían en la plazoleta a compartir comentarios y atentos a los sucesos, por si tenían que entrar nuevamente en acción.

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