Porque te conozco te quiero,

O porque te quiero te conozco,

Vaya uno a saber.


Quizás nos teníamos que encontrar.

Tal vez fue casualidad, no importa ya.


Cuando te conocí, no podía siquiera sospechar,

Que a mí vida te ibas a anclar.


Te vi llegar y no imaginé

Que mi mundo ibas a hacer tambalear.

Te dejé pasar, casi sin preguntar,

Cómo quién no espera nada ya.


Te fuiste haciendo un lugar,

Uno, que aunque intenté,

Nadie más pudo ocupar.


Crecimos a la par,

Dos niños jugando a amar.


Te vi reír y te vi llorar.

Te vi triunfar y te vi fracasar.

Te vi explotado de orgullo;

Y sumido en el apabullo.

Te vi conquistar el mundo;

Y te vi abandonar la lucha.


Y cuando no te vi, te extrañé.

Te necesité.

En silencio te hablé.

En sueños te llamé.


Nos lastimamos y nos curamos.

Nos abrazamos y nos soltamos.

Pero siempre, juntos nos salvamos.


Porque estuviste cuando yo no estuve.

Porque peleaste cuando yo renuncié.

Porque me cuidaste cuando no me cuidé.

Me amaste cuando no te amé.


Porque sos libre, pero no te vas.

Respetas mi libertad pero no me abandonas.

Porque me abrazas y me calmas.

Porque siempre estás.

Porque podemos reír y llorar.


Podemos pelear y perdonar.

Podemos volar y aterrizar.


Porque me das paz y me la quitas.

De la mano no te voy a soltar.


Yo no sé si está vez vaya a funcionar,

Quizás sea una trampa más.

Tal vez volvamos a llorar;

Aunque espero que ahora solo por felicidad;

Bailando al compás de la vida;

Que viene y va.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS