Creí estar muerta

Un día desperté con el corazón encarcelando y la mente a reventar, creo que era domingo ya que recuerdo el amargo olor a café, mi mente me decía que ya no más que la dejara descansar y mi corazón no reaccionaba, parecía que ya no estaba más ahí, me dirigí a la regadera, me bañaba con los ojos cerrados pues no me quería ver un segundo más, salí de la ducha y me dirigí a vestirme, mi armario estaba lleno de ropa pero no sabía cuál ponerme, ninguna se me veía bien todas las prendas me hacían ver de la manera que no quería verme, decidí quedarme en pijama pues era lo único que me ocultaba, tendí mi cama y me quede recostada en la cama, tratando de aclarar lo que quería hacer con mi vida, si se le podía llamar así ya que cada día que pasaba sentía que era una condena, pasaron las horas y los minutos, tan lento que perdí la noción del tiempo solo estaba yo con mi mente apuesto de rendirme, pero en ese momento sentí que algo frío recorrió mi cuerpo empezando por la boca abrí los ojos que creía ya estaban abiertos y vi al hombre más perfecto del mundo, era mi esposo que me levanto con un beso de amor verdadero, y me decía buenos días princesa era solo una pesadilla aquí estoy contigo y nunca me iré de tu lado.