El impulso de no escribirte

El impulso de no escribirte

Pecas de Bronce

12/07/2017

Que escriba siempre no significa que le de mucha importancia al hecho de tu existencia, como el hecho de dejarte de escribir no significa que tu existencia no sea de importancia. Que inevitable es que seamos seres de impulsos, tanto buenos como malos, como este pensamiento simple que de la nada surge pero que salió del alma. La historia es digna de contar por los errores, aquellos finos que ni errores parecen al mirar atrás, por eso puedo decir que si en mis manos el poder tuviera del tiempo manipular, sin temor a equivocarme volvería a equivocarme; tropezaría con la misma piedra, me subiría al mismo taxi, cruzaría el mismo doblez a la izquierda, te robaría el mismo beso, ese beso tímido que se dio entre tu mentón y mejilla, trastabillando en tu nariz y que reposó finalmente en tus labios. Y es que siendo un ser de impulsos, me lleva el mismo soplo del viento, el mismo que me susurró tu nombre y el cual desde entonces sigo, sin preguntar el rumbo, mi destino sólo será seguir el mismo camino, un tren con muchas escalas donde poco importa donde se termina sino como se comenzó. Así que después de todo esto, no juzgues tan de repente si de mí letras no recibes, como bien lo he dicho, el que te escriba o no escriba no cambia el hecho de que las letras que más repita sean las de tu nombre, las que me rehúso a veces a mandarte, y es que peco más por rebelde y no escribirte a ser una popular que siempre te escribe, a veces recorro el abecedario buscando la palabra que mejor describa lo que siento por vos, y siendo honesta te digo, que por eso no te he escrito, porque finalmente me he dado cuenta que no existe palabra terrenal que conjugue lo que este corazón viejo y cansado siempre te ha profesado.

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