Todos los días te pierdo, te vas, abro los ojos y ya no te encuentro…


¿Qué debo hacer con esto que salta dentro de mi?


Con este corazón que nadie desea y que detesto tantas veces, tantas horas, tantos días ..

Hay un hueco en mi costado, la costilla que me falta eres tú.

Ese vacío se ha llenado de sombras, las entrañas me duelen, el viento me acaricia el corazón.

¿A dónde debo mirar para no mirarte nunca más?


Cada calle vacía, cada esquina bañada por la noche en que caminábamos sin sueño, está llena de recuerdos, de ti, de hojas secas que se quiebran con el paso y se lamentan y lloran y mojan la tierra con su llanto…

¿Cuánto tiempo te quedarás sin estar aquí?

Hablo a tu sombra que me persigue, que se une a mi como una semilla que germina todas las noches y me hace doler la piel, me seca la piel, me absorbe el agua de las venas y caigo en las grietas del suelo que se hacen enormes y me dejan morir de sed.

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