Un gigante dormido

Un gigante dormido

Mi sombra se acrecentaba en la pared, un gigante diminuto detrás de una inmensa ola de fuego. Las llamas avanzaban, consumían todo alrededor, alimentándose su poder aumentaba caóticamente, sentía el ardor gradual y lentamente cerniéndose en mi piel, me sentía más indefenso, el dolor se hacía insoportable, las posibilidades de salir ileso disminuían, el asfixiante y silencioso monóxido de carbono, sutilmente se desplazaba sobre la habitación con fantásticas siluetas, danzando como una hermosa bailarina que seducía a la muerte. Mientras el fulgor segaba mis ojos y el humo empezaba a marearme, mi preocupación por evadir esta encrucijada se hacía más intensa, aunque debía mantener la calma, analizar cuál sería la opción más favorable para poder contar esta historia pasada la catástrofe. En mi cabeza resonaban los gritos de las personas que habían sucumbido ante la voracidad incontrolable e insaciable de este gigante dormido.

Reaccionando luego de darme cuenta lo valioso que era cada centésima de segundo, hice un plano del departamento en mi cabeza, recordé la ventana que podía ser mi salvación o la trampa perfecta, me abrí paso entre brazos de llamas que buscaban abrazarme, como lo habían hecho con el escritorio de algarrobo que crujía y se desplomaba convirtiéndose rápidamente en cenizas. Fue entonces que divise mi única vía de escape. El humo escapaba, el fuego buscaba oxígeno para adquirir todavía más fuerza, se dirigía también hacia alla. Aunque yo era ciertamente más ágil como para poder dar un salto a través de la ventana. La sirena de los bomberos se hizo escuchar y un forzoso alivio se apodero de mí, había un problema esta ventana no daba al frente del edificio donde supuse que los bomberos irían a actuar sino que daba a una cochera. Tenía los segundos contados, estaba perdiendo la batalla, los síntomas en mi me indicaban que debía tomar una decisión rápida antes de quedar inconsciente, las partículas de humo habían tapado mis vías respiratorias y la falta de oxígeno podían producir el colapso.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS