Uno es de donde duele

de donde nace la cadena
que va enredando.
Uno siente lo que tacha
y tacha lo que no quiere
sentir.
No sólo de muerte es la tragedia
y la cadena va apretando
apretando
y hay muchas formas de morir.
Las palabras dicen sólo letras
y hay letras -y palabras-
que no existen
pero esconden
un aborto de realidad
que muere por nacer
o que duerme.
Cuándo vais a despertar.
Os siento dentro, inquietas,
buscando verdad
a la que aferraros.
Porque todo lo que existe
tiene nombre
pero no todo
lo que no tiene nombre
no existe.
Naceréis, palpitantes, de mí,
de esta implosión que salpica
a cuanto le rodea.
Sin nombre somos aire;
sin memoria, un instante.
Os doy la libertad de no ser.
No tocáis los diccionarios
pero sois tan reales como la luz.
Aquélla que usa el escritor
para salvarse
cuando pasan y se detienen
estrellas fugaces
en las noches de recordar.

Uno es de donde llueve
no sólo de donde nace
también de donde muere.

De donde aprende a olvidar.

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