Intentos presuntuosos de poesía

Intentos presuntuosos de poesía

Aidaly Ochoa B.

30/04/2020

Carta para ti.

Aquí te dejo esta carta
Con versos rotos
Versos como yo
Imperfectos y defectuosos
Aquí te entrego un trozo recompuesto
De mi corazón vapuleado
Que añora pertenecer de nuevo
A alguien que sepa cuidar de él

Espero que no sea demasiado oscuro
Como para ensombrecer ese halo de luz innata
Que te envuelve
Y que me convierte
En la luciérnaga que más necesita claridad
Aquí te muestro cada uno de los agujeros en mi camino
Con la esperanza de que puedas ver en ellos
Y ayudarme a mi misma a construir un pavimento nuevo
En el que las huellas que dejemos
Nos recuerden que aún alguna cosa tiene sentido
Aunque no sepamos cuál es

Aquí te desvelo todos mis miedos,
Mis fallas
Mis anhelos
Mis distintas versiones propias
Mis desventuras
Mis alegrías
Mis más apasionadas verdades
Aquí
Sin preámbulos
Te concedo todo mi ser.

Nocturna.

De noche de nuevo.

En el silencio sepulcral que existe

Luego de que en un lado del mundo

Se sucumbe al embrujo del sueño

De ese más allá que habita

Tras los párpados al dormir.

En esa sinfonía de manecillas del reloj

Que pierden su curso normal

Y se convierten con cada segundo que pasa

En eternos suspiros.

Es en esta oscuridad bajo la cual me refugio

Y en medio de ese hipnotizante encanto

Afloran mis pensamientos más recónditos

Mis inquietudes más complejas

Mis paradojas más irónicas

Y no me hace falta

Quedarme dormida bajo un mal sueño

Para que las pesadillas nazcan.

Es en estos momentos,

oníricos para muchos

Insomnes para mí y para muchos otros,

Que reviven mis ansias de lo inalcanzable

Que renacen mis recuerdos más felices

Que mi piel se sensibiliza tanto

Que puedo llorar de alegría

O sonreír con amargura.

Es bajo el efecto hechizante de la noche

Que permito que salgan todas mis versiones ocultas

Encerradas dentro del baúl donde las guardo de día

Y es dejándolas en parcial libertad

Es como consigo

Que dejen de asfixiarme

Al menos por un diminuto espacio de tiempo.

Reproches.

No sé por qué

le hago reproches 

a tu recuerdo

si es el único 

que me acompaña, 

si es lo único 

a lo que me sigo aferrando.

No sé por qué te sigo buscando

en todas partes a donde voy 

como si en realidad algún día 

pudiera volver a verte,

como si tu ausencia fuese temporal

y no permanente y eterna.

No sé por qué 

me sigo reprochando 

el quererte extrañar

y extrañar quererte.

¿Por qué siempre te reproché cosas

que no podía entender entonces?

Pienso en todas aquellas veces

en que estuviste solitario en silencio

y mi compañía nunca pudo llenar tu vacío.

Jamás pudimos entender

lo que le pasaba al otro,

pero compartíamos a gusto

el silencio que nos invadía por dentro.

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