LA LINEA 1.

Lunes 3 julio 2016, valencia.

Sigo aquí sentado esperando no sé muy bien qué; Creo que estoy esperándote aunque sé que nunca regresarás. La estación está alborotada con tantas idas y venidas de viajeros pero nadie consigue que mi pensamiento te aparte ni un instante de mi lado.

Miro hacia arriba y veo el cartelde “Jesús”…maldita parada, maldita curva, maldito día. Muevo hacia atrás mi aparatosa silla de ruedas y dejo paso a una pequeña avalancha que no tiene ni idea de mi tremendo velatorio. Lloro mientras apoyo mi cabeza en las manos temblorosas que dejó aquel impacto en mi vida. Me lamento por no haberme ido contigo, como hacíamos siempre. Te fuiste de mi lado en un segundo, ni siquiera me dio tiempo a decirte cuánto te amaba, cómo deseaba que fueras mi mujer, la mujer de mi vida y todos aquellos planes de futuro se esfumaron con tu último aliento. Tampoco pude cogerte las manos, mi espalda ya estaba rota. Intenté arrastrarme pero nunca llegaba hasta ti; maldito tren…

Ya hace 10 años Vanesa; sigo aquí como cada año, el mismo día, a la misma hora, en el mismo lugar; guardé la ropa que llevaba sin lavar para, al ponérmela, tener todos mis sentidos despiertos como aquel día; mírame….parezco un pordiosero…. sólo que hoy, precisamente hoy, me he dado cuenta de una cosa que durante todos estos años no he podido ver, princesa.

Cada día que pasa, cada hora, cada minuto dejo perder algo en mi vida por seguir aferrándome a aquella historia que me marcó. Mis padres, mis hermanos, mis amigos han sufrido durante estos diez años la amarga historia de mi vida. Han visto como poco a poco me he ido derrumbando y… ¿sabes qué?… hoy me he dado cuenta de lo egoísta que he sido al no darme cuenta de toda la gente estupenda que tengo a mi alrededor.

Mi madre llora cada noche viendo que no puede hacer nada por su hijo. Cada día me prepara el desayuno y me ayuda a vestirme; veo que me mira con tanto amor y a cambio, desde aquel día, he sido incapaz de decirle cuánto la quiero….

Mi padre enmudece al llegar a casa; simplemente me da una palmada en la espalda y baja la mirada absorto en pensamientos que nunca seré capaz de imaginar.

Mi hermana se entristece en su cuarto cuando nadie la ve; te quería como una hermana y sigue teniendo todas tus fotos en su cómoda. Ella sabe de mi dolor, sabe cómo te amaba y siempre me dice lo mismo “siempre estará a nuestro lado”….

Mis amigos no dejan de visitarme, me llaman y nunca quiero acompañarles a ningún sitio….

Esto tiene que acabar…..hoy lo se….hoy encontré tu carta en el bolsillo del pantalón;

“En tan poco tiempo me has dado tanto, que soy incapaz de gestionar todo lo que siento. Nunca dejes a ese ser tan bello que llevas dentro, eso es lo mejor de ti, tu gran corazón.”

Hoy empieza una nueva vida, con tu recuerdo siempre en mi corazón.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS