Una vida no soñada.

Cuando pequeña soñaba con tantas cosas que día a día me despertaba con el mismo entusiasmo que llegara rápido el futuro para cumplir cada una de mis metas, unas metas que en ese momento para mi eran las que me acompañarían en mi vida, con las que me iba a realizar y lo que determinaba lo que yo sería cuando adulta. Una de ellas y la principal eran sin duda mis estudios, pensaba terminar la escuela y acceder a la universidad como estudiante de Comunicación Social o Administración de empresas turísticas y hoteleras. Una idea un poco confusa ya que yo entendía a los 15 años que ese sería mi destino. La segunda meta era encontrar a un príncipe azul, entonces pregunto ¿Como era ese príncipe azul? En mi mente lo ideaba, que fuera sencillo, que me valorara como mujer, que no tuviera ningun tipo de vicios, ni bebidas, juegos de apuestas, ni andanzas, nada de eso. Que estudiara, trabajara y que compartiera conmigo el mismo deseo de superación que yo. Lo ideaba de mi edad o quizás de más pero de unos 2 o 3 años mayor que yo no más de hay. También planeaba casarme después de los 24 años con boda y una ceremonia por la iglesia. Otra de mis metas era tener mi propio negocio y ser emprendedora independiente.

Hoy, tengo 22 años de edad a unos meses de cumplir 23 y empezaré por decir que si estoy estudiando pero no lo que yo de niña me había propuesto, aquí estoy; estudiando Derecho (Leyes) casi siendo Licenciada a ley de meses para culminar una de mis metas que yo diría que es la más importante de todas, poder ser Licenciada y llevarle ese orgullo a mi madre y a toda mi familia. Que irónico  ¿no?, cuando apenas tenia 15 años soñaba con ser Licenciada en Comunicación o en Administración de empresas turísticas y hoteleras y hoy soy estudiante de término de la carrera de Derecho. La vida da tantas vueltas!
La segunda de mis metas era mi príncipe azul y debo decir que lo encontré pero no tan perfecto como de niña de 15 años podía soñar. No tan perfecto, por que al pasar los años me di cuenta que nadie es perfecto ni yo misma, tengo mis defectos porque soy un ser humano al igual que todos, pero no me puedo quejar, porque mi príncipe adorado no es precisamente azul porque azul es muy común. Es el hombre perfecto para mi, tiene carácter, es responsable, me da amor, cariño, valor y respeto. No tiene ningún tipo de vicio pues su único vicio es enloquecerme de amor todos los días de nuestras vidas. Es unos añitos mas mayor que yo (5 años para ser exactos) pero es lo mas hermoso que ha podido llegar a mi vida, puedo decir que es la respuesta divina a las preguntas que en algún momento le hice a Dios. El, era todo lo que pedía cuando era pequeña, lo único que ya no es ilusión de niña sino una realidad de mujer y estoy tan agradecida con Dios me siento tan maravillosamente bendecida de que haya puesto un hombre maravilloso en mi camino. También llegue a planear casarme a los 24 o 25 años pues hoy tengo 22 y en 2 meses tendré 3 años casada, lo que indica que me case a los 19 y ese mismo año cumplí los 20 pero eso no me importa ahora porque estoy demasiado feliz esperando que sea la voluntad de Dios que siga bendiciendo grandemente esta hermosa unión debajo de su protección y que nos siga derramando bendiciones. Me siento orgullosa de ver como pareja hasta donde hemos llegado juntos y hasta donde nos falta llegar. Se amor, que estas leyendo esto y aquí, justamente aquí, quiero agradecerte todo lo que tu has echo por mi, por brindarme tu apoyo incondicional, tu amor hasta el infinito, tu paciencia y dedicación para ser cada día mejor persona. Te amo y gracias por todo eso mi gran amor!

La ultima de las metas que ya mencione era tener mi propio negocio y debo decir que aun no lo tengo pero estoy trabajando fuertemente para que cuando lo tenga sea uno de los mejores y poder emprender como quiero para ayudar a mi familia.