Blaze! Capítulo 1

Capítulo 1 – Blaze!

Atravesando la penumbra, una fornida sombra avanza hacia la taberna de la ciudadela. Allí el ambiente es festivo y el aroma de la cebada fermentada es exhalado por los animados comensales. La sombra se sienta frente a la barra, con un ademán pide lo de siempre y lentamente comienza a beber su dorado brebaje, cuando…

¡Sí, también dicen que con sus hechizos despachó al dragón que se apoderó de la villa contigua! –exclamó un alcoholizado anciano, al que le faltaba media dentadura, a su joven acompañante, el que parecía más interesado en su jarra que en el relato.

La sombra se retorció, como si un diablillo se hubiese colado bajo su larga capa, y emitió un pequeño carraspeo.

…y debe ser horrenda, varios hombres perdieron el cabello después de verla, ninguno ha querido referirse al tema… –continuó narrando el viejo a su contertulio–. También he oído que se alimenta de sangre de bebés recién nacidos para conservar su vitalidad…

La sangre de la sombra comenzó a arder, desde sus entrañas le invadió un odio extremo, esta vez el carraspeo fue más evidente y su postura corporal cambió, recordando a un animal rabioso. La cerveza comenzó a evaporarse de la jarra de madera.

Pero lo más terrible que he escuchado de ella es que… –dijo el vejestorio, aproximándose al joven para susurrarle al oído imperceptibles palabras, las que fueron igualmente captadas por la erizada sombra, que en ese momento intentaba beber lo que quedaba de su cerveza… la que terminó en la cara del locatario luego de que esta la escupiera por la calumnia recién escuchada.

¡¿Qué?! –gritó la sombra, levantándose de su asiento y descubriendo su rostro escondido dentro de la capucha.

Ese, ese cabello… –tartamudeó el tembloroso abuelo luego de ver el corto, puntiagudo y ondulado cabello rojo terminado en oscuras puntas, mientras sentía como sus últimas fuerzas abandonaban su vetusto cuerpo–. ¡Eres…BLAZE!

¡Primero, no se trataba de un dragón, sólo era una lagartija gigante y parlanchina, no tomaré crédito de cosas que no he hecho! –espetó Blaze, furibunda, un dragón no era poca cosa–. Puedo aguantar que inventen rituales y pactos para calumniarme, puedo ignorar que cuestionen mi belleza, pero no que intenten sobrepasarse conmigo, esos hombres obtuvieron sus respectivas y merecidas Fire Balls… ¡Y de ningún modo toleraré que se diga que hice cosas que no he hecho!

El anciano cayó al piso y, gateando por él, buscó refugio entre las sillas, mientras el joven que le acompañaba miraba fijamente a la maga (vigilando todos sus movimientos), la que continuaba con sus descargos. Los clientes que aún estaban conscientes huyeron de la taberna, aprovechando el alboroto para huir sin pagar.

¡Pero lo que no puedo soportar es que utilicen raterías para obtener información sobre mí, te mataré, seas quien seas! –chilló la encabronada joven–. ¡ASTRAL SWORD!

El joven intentó huir, pero fue alcanzado por un incorpóreo sable que lo atravesó desde la cima de la cabeza hasta el final de sus entrañas. El indemne cuerpo del muchacho cayó al piso, a la vez que el anciano gritaba despavorido por la escena, pidiendo perdón y clemencia. Algunos clientes despertaron de su sueño etílico, pero al no encontrar nada interesante en la realidad, volvieron a echarse sobre sus vómitos.

Estás perdonado, viejo –dijo Blaze, con un suspiro, sintiendo como la ira abandonaba su cuerpo por sus poros–. No te preocupes por el niño, está vivo, solamente estaba poseído por un demonio de poca calaña…

¿Qué tipo de calumnia hizo enfurecer de ese modo a Blaze?, ¿Quién estará recolectando información sobre ella? Esto y mucho más en el próximo capítulo de BLAZE!

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