Memoria para nuestros días

Memoria para nuestros días

Camila Moreno

26/05/2017

Más allá de donde todos llegan,

En el tajamar de lo espiritual,

Fío mis letras al arte estelar,

Te regocija la más limpia veracidad.

Serás el deleite del pueblo al cantar,

Serás el legado de la décima insinuante,

Serás la compañera comunista intolerante al embuste criminal,

Serás aquella que querrán anestesiar y vituperar.

-Compañera; ni en mi era la han podido callar.

Más allá de donde todos llegan,

En la proeza de su creación,

Acá todos hablan de su grandeza y fascinante don.

Más allá de donde todos llegan,

consciente y despierta por la indignación de aquellos coterráneos que el comandante langümchefe silenció.

Serás la cruda evidencia de la cronología,

Serás memoria para nuestros días,

Serás aquella cantora popular impulsada a viajar,

Recopilando la poesía y el folclor,

-«Anda y recorre»; le decía Nicanor.

Más allá de donde todos llegan,

Estremeces mi interior,

Tanto arte alboroza mi centro jubiloso de color,

Entre cerámica, arpilleras, guitarra y amor, San Fabián de Alico oriundo espectador de tu brote inventor.

Serás…

Niña que a los nueve años se inició en el canto y el guitarrón,

A los doce compone su primera canción,

Orgullo de mujer en el 52’…

Serás rememorada por el mundo entero,

Serás dechado con el favor de tu andar y sacrificio sincero.

Más allá de donde todos llegan,

Más allá del libro capital,

Más allá de la sagrada flor del canelo,

Más allá de la altísima deidad,

Es tu legado que trasciende al huésped sensato que se hallase en este lugar.

Será que te reboza el manto bendito,

Será que debías formar tu propio caminito,

Será tu voz y tu vocablo que grita al descontento,

¡Fuerte y claro que se escuche tu lamento!.

Te vi merodeando entre desaparecidos,

Te vi contenta con mi verso,

nos detuvimos a observar al pueblo en desmedro,

Me hablaste del talento que se pule con esfuerzo,

Y me entregaste un decreto de allá del alto cielo,

Tanta injusticia, tanta desigualdad, tanto llanto, tanto dolor al andar.

Más allá del juicio…

Más allá de donde todos llegan,

Allí en la sigilosa humildad,

Allí te encuentras infinita y clara, tremenda mujer a encumbrar.

Serás empapada de elogios y cientos te remorderán,

Las flores de tu jardín guardan una lágrima por tus penas,

… Y al amanecer las oigo musitar tu nombre «violeta».

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