Tenía tantas cosas que escribirte, infinidad de enojo guardado hacia ti. De repente te me plantas en la mente y me vuelcas todo lo arreglado causando en mí oleadas de afecto, haciéndome saber que te necesito una vez más, que te necesito siempre.
Algunas veces me destruyes y creo no encontrar remedio, luego llegas y lo ordenas todo haciéndome frágil hacia tus encantos, sintiéndome vulnerable a tu maldito amor.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS