A tí, querida Ponte de Lima

Tu paisaje, tu río, tus montañas, tu bosque, y ese precioso puente romano sobre el Río Limia que te preside.

¿Cómo resistirse a tus encantos? Con lo bello que es todo…

Hace casi tres años una peregrina que iba a Santiago pasó y paró por tu sendero buscando cobijo para pasar la noche y continuar su camino al día siguiente. Pero… Se quedó prendada de tí, de tu paisaje tan bonito, tu agua, tu paz, tu todo.

Se prometió volver para disfrutarte más, ya que esta vez tenía que continuar su viaje…

Después de un intento que no pudo ser, y tras buscar y buscar la forma posible de llegar hasta tí, por fin la encontró, y el momento también.

Aquella peregrina soy yo. Y hoy estoy aquí contemplandote y escribiendote estas líneas.

Hace días supe que Antonio Feijó, poeta, nació aquí, y que todo esto fue la fuente de su inspiración.

Ahora puedo decir que no me extraña. Hasta yo me siento poeta.

He pasado 2 días saboreando tus calles, tus rincones, y no has decepcionado. Eres mejor de lo que pensaba.

Ahora es tiempo de partir… Me vuelvo a Madrid, España, guardando tu bonito recuerdo.

Te dejo esta carta como señal de agradecimiento.

Mariblanca DC – 03/05/2017

( Carta escrita allí y dejada a la entrada de esta villa, en un banco exterior de una iglesia, como recuerdo 🙂 )